Por Raquel Iglesias | Opinión
En España, hay un negocio que mueve millones de euros al año y que se basa en la manipulación, el engaño y la explotación de miles de personas. Se trata de los gurús de la autoayuda, del crecimiento personal y de los motivadores que se presentan como expertos en el bienestar y la felicidad, pero que en realidad son unos estafadores que utilizan técnicas sectarias para controlar a sus seguidores y sacarles el máximo provecho económico.
Esquema piramidal
Los gurús o “vendehumo” se rodean de un grupo inicial de adeptos, a los que les lavan el cerebro con creencias falsas o manipuladas, y les hacen pensar que son parte de una comunidad especial y privilegiada. A su vez, esos adeptos tienen que reclutar a más personas, involucrando a sus familiares y amigos, y convenciéndolos de que participen en los eventos organizados por el gurú. Estos eventos tienen un costo, que los seguidores deben pagar para acceder a ellos.
Pero los eventos no son la única fuente de ingresos de los “vendehumo”. También les ofrecen a sus seguidores cursos, talleres, formaciones, mentorías, libros y otros productos o servicios relacionados con la autoayuda. Todo ello bajo la figura de contribución, de diezmo o de inversión en su propio desarrollo personal. Los seguidores deben pagar por todo lo que el “vendehumo” les ofrece, sin cuestionar su calidad, su utilidad o su veracidad.
La enajenación de los seguidores
Los seguidores pierden su capacidad crítica y su autonomía personal. Se someten a las directrices del gurú, al que consideran como un líder carismático, un maestro espiritual o un mentor profesional. El “vendehumo” les impone unas normas de conducta, unos hábitos de vida y unos valores morales, que los seguidores deben acatar sin rechistar.
Los seguidores también pueden perder su identidad individual y su sentido de pertenencia a otros grupos sociales. Se aíslan de aquellos que no comparten su visión del mundo, y se dedican exclusivamente a la comunidad creada en torno al charlatán. Esta comunidad se basa en una relación desigual y jerárquica, en la que el “vendehumo” tiene el poder absoluto y los seguidores son sus subordinados.
Los seguidores también pierden su libertad financiera y su estabilidad económica. Gastan todo su dinero en los productos o servicios del gurú, sin obtener ningún beneficio real a cambio.
Impunidad
Los “vendehumo” actúan con total impunidad ante la ley y la sociedad. Aprovechan las lagunas legales existentes en materia de sectas, fraudes o evasión fiscal. También se benefician de la falta de regulación y control sobre el sector de la autoayuda y el crecimiento personal.
Los gurús cuentan con el apoyo y la complicidad de personas influyentes en el ámbito político, artístico o mediático. Estas personas les proporcionan acceso al poder, influencia social y protección ante posibles denuncias o investigaciones.
Los charlatanes también se protegen entre ellos mismos, creando una red de complicidad y cooperación. Se reparten el territorio nacional por zonas geográficas o por nichos de mercado, sin competir ni interferir entre ellos. Se asignan apóstoles o discípulos cercanos, que actúan como sus representantes o delegados en diferentes regiones. Estos apóstoles deben crear sus propios núcleos de seguidores, reportar ganancias al “vendehumo” y rendirle pleitesía.
Los gurús también se protegen a sí mismos, confiando solo en sus familiares más cercanos para administrar sus ingresos. De esta forma, evitan posibles denuncias o traiciones por parte de terceros.
La realidad
Los gurús de la autoayuda no son lo que aparentan ser. No son expertos en psicología, filosofía, espiritualidad o negocios. No tienen ninguna formación académica, profesional o ética que los avale. No tienen ningún conocimiento científico, empírico o verificable que respalde sus teorías o métodos.
Los “vendehumo” de la autoayuda son unos charlatanes, unos impostores y unos manipuladores. Su único objetivo es enriquecerse a costa de la ignorancia, la vulnerabilidad y la desesperación de sus seguidores. Su único mérito es saber vender humo, es decir, ilusiones falsas, promesas vacías y soluciones mágicas.
Esos mismos individuos son un peligro para la salud mental, física y emocional de sus seguidores, pues lejos de beneficiarlos pueden causarles daños psicológicos, como ansiedad, depresión, baja autoestima, culpa, miedo o dependencia. Pueden además también causarle daños físicos, como estrés, fatiga, insomnio, dolores o enfermedades; además de daños emocionales, como frustración, desilusión, aislamiento o ruptura de vínculos afectivos.
La imagen
Ahora nos centraremos en otras estrategias que utilizan estos individuos para atraer y engañar a sus seguidores. Estos gurús se presentan como expertos en diversos campos, desde el desarrollo personal hasta la salud y el éxito empresarial, y ofrecen soluciones milagrosas a los problemas de la humanidad. Sin embargo, detrás de su apariencia de pureza y espiritualidad, se esconde un negocio fraudulento que, como ya se ha dicho, puede tener consecuencias negativas para sus seguidores.
Una de las primeras cosas que llama la atención de estos gurús es su imagen. Algunos suelen vestir de blanco o llevar el cabello al estilo de los protagonistas de películas cristianas, lo que les da un aire de santidad y sabiduría. Su discurso también está lleno de referencias a temas espirituales y valores profundos, con los que intentan establecer un vínculo emocional con su audiencia y generar confianza. Sin embargo, esta imagen no es más que una fachada que oculta sus verdaderas intenciones: vender sus productos y servicios.
Uno de los productos estrella que venden estos sujetos son los llamados “manuales de transformación personal”. Estos manuales pretenden ser guías prácticas para lograr el éxito en todas las áreas de la vida, basándose en conceptos de psicología. Sin embargo, estos conceptos son a menudo malinterpretados o tergiversados por los “vendehumo”, que los presentan como verdades absolutas e infalibles. Además, estos manuales carecen de utilidad práctica, ya que no ofrecen soluciones reales a los problemas concretos de las personas, sino que se limitan a repetir frases motivadoras y consejos genéricos.
Otro aspecto que caracteriza a estos individuos es su insistencia en la importancia de la planificación para alcanzar el éxito. Según ellos, la planificación es un principio universal que se aplica en todas las situaciones, y que garantiza el logro de los objetivos. Para respaldar esta idea, citan el testimonio de mentores que supuestamente han seguido esas enseñanzas y han obtenido resultados extraordinarios. Sin embargo, cabe preguntarse si esta insistencia en la planificación no es una estrategia más para vender sus productos y servicios, ya que muchos de ellos ofrecen cursos y talleres sobre cómo planificar correctamente.
Uno de los aspectos más preocupantes de estos sujetos es su ferviente creencia en sus propias enseñanzas. Estos individuos parecen estar convencidos de tener la respuesta a todos los problemas de la humanidad, y no admiten ninguna crítica o cuestionamiento. Esta actitud puede resultar peligrosa para sus seguidores, que pueden ser influenciados por su grado de convicción y tomar decisiones irracionales basadas en sus enseñanzas. Además, esta actitud puede generar una dependencia emocional hacia los gurús, que se aprovechan de la vulnerabilidad y la necesidad de sus seguidores.
Otro aspecto alarmante de estos charlatanes es su intromisión en temas relacionados con la salud mental y la sanidad. Estos personajes prometen soluciones para problemas como la depresión, la ansiedad o el estrés, sin tener ninguna formación ni experiencia profesional en el campo. Esto puede suponer un riesgo para el bienestar de sus seguidores, especialmente para aquellos que padecen patologías graves y que podrían dejar de buscar ayuda profesional por confiar en las enseñanzas de los gurús. Esto podría derivar en un empeoramiento de su estado mental o incluso en situaciones extremas como el suicidio.
Diferentes modalidades
Estos falsos expertos se presentan en diferentes modalidades y áreas, desde el emprendimiento y el marketing digital hasta la autoayuda y el desarrollo personal. Todos ellos tienen algo en común: prometen riqueza y éxito a sus seguidores, pero solo buscan obtener ganancias a costa de su ilusión y su dinero. Aquí mostramos los 10 tipos de gurús más peligrosos de habla hispana, ordenados de menor a mayor riesgo.
Gurús del pensamiento positivo
Este tipo de gurús se basan en un discurso motivador y optimista para atraer a personas que enfrentan problemas económicos, depresión, desesperación o que simplemente quieren cambiar su situación actual. Utilizan frases como “si otros lo lograron, tú también puedes” o “toma mis cursos y verás tus sueños convertirse en realidad”. Sin embargo, estos personajes no ofrecen ninguna solución real ni ningún plan de acción concreto. Solo buscan manipular las emociones de sus seguidores y crear una falsa sensación de seguridad y confianza.
Gurús del éxito financiero
Este tipo de “vendehumo” se enfoca en prometer riqueza y éxito a través de sus cursos y seminarios. Suelen mostrar una imagen de lujo y abundancia, con coches, casas, viajes y otros bienes materiales. Su objetivo es crear una necesidad de consumo en sus seguidores y hacerles creer que ellos también pueden lograr ese nivel de vida si siguen sus consejos. Sin embargo, estos individuos no revelan las dificultades y los riesgos que implica el camino hacia el éxito financiero. Tampoco muestran evidencia real de sus resultados ni de los de sus alumnos.
Gurús del marketing digital
Se dedican a crear modas y tendencias en el mundo del emprendimiento y el marketing digital. Aprovechan la necesidad de las personas de destacar y tener éxito en el mercado online. Ofrecen cursos sobre temas como redes sociales, posicionamiento web, email marketing, ecommerce, entre otros. Sin embargo, estos cursos suelen estar desactualizados, incompletos o plagados de información genérica o copiada de otras fuentes. Estos individuos no tienen experiencia real ni casos de éxito propios o de sus alumnos.
Gurús del sueño americano
Venden sueños que parecen inalcanzables para la mayoría de las personas. Utilizan historias de éxito ficticias o exageradas para atraer a sus seguidores. Estas historias suelen incluir elementos como haber empezado desde cero, haber superado obstáculos insuperables o haber logrado resultados extraordinarios en poco tiempo. Pretenden inspirar a sus seguidores con estas historias, pero también generar una sensación de inferioridad y frustración. De esta manera, los incitan a comprar sus cursos o productos para intentar replicar su supuesto éxito.
Gurús del conocimiento exclusivo
Se especializan en vender cursos costosos que prometen conocimiento exclusivo o secreto. Suelen crear una sensación de escasez y urgencia en sus seguidores, diciéndoles que solo hay un número limitado de plazas o que la oferta solo estará disponible por un tiempo determinado. Estos personajes también suelen utilizar testimonios falsos o comprados para generar confianza y credibilidad. Sin embargo, estos cursos no ofrecen el valor prometido ni el conocimiento anunciado. En muchos casos, se trata de información básica, obsoleta o fácilmente accesible en otras fuentes.
Gurús de los negocios engañosos
Este tipo de “vendehumo” promueve modelos de negocios engañosos, sin mencionar las dificultades y riesgos involucrados. Estos individuos suelen presentar estos negocios como fáciles, rápidos y rentables. Algunos ejemplos son las criptomonedas, el trading, el dropshipping, el network marketing, entre otros. No tienen experiencia ni resultados propios en estos negocios, sino que se limitan a repetir lo que han escuchado o leído en otras fuentes. No advierten a sus seguidores de los requisitos legales, fiscales, técnicos o éticos que implican estos negocios.
Gurús de las plataformas de afiliación
Se aprovechan de algunas plataformas de afiliación, que supuestamente permiten a las personas ganar comisiones por recomendar productos o servicios de otras empresas. Estos personajes suelen crear una comunidad o un grupo de seguidores a los que les ofrecen formación gratuita o a bajo costo sobre cómo utilizar estas plataformas. Sin embargo, lo que realmente buscan es que sus seguidores se registren en estas plataformas a través de sus enlaces de afiliado, para así obtener una comisión por cada venta que realicen. Estas plataformas suelen tener un sistema piramidal, en el que solo ganan los que están en la cima, mientras que los demás se endeudan y se desilusionan.
Gurús de la publicidad en redes sociales
Este tipo de sujetos promueve cursos sobre publicidad en redes sociales, especialmente en Facebook e Instagram. Aseguran que con sus cursos se puede aprender a crear campañas publicitarias efectivas y rentables para cualquier tipo de negocio. Sin embargo, estos cursos no cumplen con sus promesas y dejan a sus seguidores decepcionados y sin resultados. Estos cursos suelen estar basados en información superficial, desfasada o errónea sobre el funcionamiento de las plataformas publicitarias. Tampoco ofrecen soporte ni seguimiento a sus alumnos.
Gurús del ego
Se enfocan en inflar su propio ego a través de likes y comentarios en redes sociales, mientras venden cursos sobre temas que están disponibles de forma gratuita en otras fuentes. Estos “vendehumo” suelen tener una gran cantidad de seguidores, pero poca interacción real con ellos. Utilizan técnicas como el clickbait, el sensacionalismo o la polémica para generar atención y tráfico. No tienen ningún interés en ayudar a sus seguidores ni en aportar valor con su contenido. Solo buscan satisfacer su necesidad de reconocimiento y validación.
Gurús de la manipulación psicológica
En el puesto número uno encontramos a los maestros de la manipulación, aquellos que utilizan técnicas profundas de manipulación psicológica para atraer y retener a sus seguidores. Estos son particularmente peligrosos debido a su conocimiento sobre el funcionamiento del cerebro humano y las emociones. Utilizan estrategias como la programación neurolingüística, la hipnosis, el coaching coercitivo o la persuasión subliminal para influir en el comportamiento y las decisiones de sus seguidores. Crean una relación de dependencia y sumisión con sus seguidores, haciéndoles creer que ellos son los únicos que pueden ayudarlos y guiarnos.
También en el sector inmobiliario
En España, existe también un fenómeno cada vez más extendido de personas que se autoproclaman expertos en el sector inmobiliario y que inundan la red con sus supuestos éxitos y sus recetas mágicas para conseguir grandes cantidades de dinero sin apenas esfuerzo. Estos individuos se dedican a ofertar cursos de formación no reglada a precios desorbitados, que prometen enseñar a sus clientes los secretos para invertir en propiedades y obtener rentabilidades extraordinarias.
El profesor de finanzas Javier Rivas, doctor en Econometría, ha analizado los discursos de estos “vendehumo” y advierte de que “todos coinciden en prometer rentabilidades que con una altísima probabilidad no se van a conseguir”. “Yo no diría que son cursos. Diría que son básicamente publicidad encubierta”, opina el experto, para quien estos supuestos ‘cursos’ son “pura charlatanería en muchos casos”, que compara con el fenómeno de las criptomonedas: “Ellos ganan dinero probablemente más con los cursos que con el negocio”, agrega, como lo recogía en abril pasado el Equipo de Investigación de laSexta.
Estos individuos cobran hasta 6.500 euros por uno de estos cursos de formación no reglada, que no tienen ningún tipo de reconocimiento académico ni profesional. “Por un poquito más uno puede hacer un máster universitario y formación de mucha más calidad”, asegura Rivas, que sostiene que “están intentando embarcar a gente en un negocio que ellos mismos probablemente no realizan”.
Plagio digital en el mundo de los “vendehumo” españoles
YouTube, como se sabe, se ha convertido en una de las plataformas de contenido más populares y utilizadas en el mundo digital. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Algunos creadores de contenido, que se autodenominan gurús o expertos en temas de espiritualidad, han sido señalados por plagiar el trabajo de otros colegas extranjeros.
La comunidad de creadores de contenido ha puesto el foco de atención en algunos de estos “vendehumo” españoles, que han sido acusados de copiar vídeos de otras personas. Su contenido parece estar inspirado en otros creadores de contenido espiritual en inglés, quienes llevan muchos más años en la industria.
Las similitudes entre los vídeos de estos charlatanes españoles y los de otros extranjeros son evidentes. No solo se trata del uso de colores específicos, como el rojo, el amarillo y el negro, sino también de la elección de títulos que parecen haber sido copiados literalmente. Incluso la letra utilizada en los títulos es idéntica.
Muchos se preguntan por qué algunos vendehumo españoles, que aparentemente han trabajado mucho en el tema de la espiritualidad, eligen copiar el contenido de otros en lugar de crear el suyo propio. ¿Qué les motiva a hacerlo? ¿Qué beneficios obtienen?
Algunos argumentan que podría ser una estrategia de SEO para aumentar la visibilidad de sus vídeos, aprovechando las palabras clave y los temas que ya tienen éxito en otros mercados. Sin embargo, esta práctica sigue siendo un acto controvertido y poco ético en la comunidad de creadores de contenido. La copia palabra por palabra de títulos y contenido no solo viola los derechos de autor, sino que también demuestra una falta de originalidad y creatividad.
La sociedad debe estar alerta y denunciar cualquier caso de abuso, explotación o engaño por parte de estos falsos profetas. La ley debe actuar con firmeza y sancionar cualquier delito cometido por estos sujetos. La educación debe fomentar el pensamiento crítico y el escepticismo ante cualquier propuesta que suene demasiado buena para ser verdad.
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