Un naufragio en un lago del norte de Italia ha despertado la curiosidad de los medios de comunicación italianos, que sospechan que los pasajeros del barco eran espías. El barco se hundió el domingo por la noche durante una tormenta imprevista y violenta que sorprendió a los turistas y lugareños. Cuatro de las 23 personas que iban a bordo murieron, entre ellas dos agentes de inteligencia italianos y uno israelí retirado. Los otros 21 pasajeros eran también espías o exespías, 13 del Mossad israelí y ocho italianos.
Los supervivientes dijeron que estaban celebrando un cumpleaños, pero los medios de comunicación se preguntan si había algo más detrás de su reunión. ¿Estaban intercambiando información secreta? ¿Tenían algún vínculo con Rusia o Bulgaria? ¿Qué hacían en un barco de alquiler llamado “Good…uria”, que significa placer en italiano? Los fiscales que investigan el caso dicen que solo les interesa averiguar las causas del naufragio y que no les importa lo que hacían los pasajeros.
El Mossad envió un avión para llevarse a los supervivientes israelíes y trató de evitar que se publicaran detalles sobre el incidente. El exagente del Mossad fallecido había trabajado en una unidad encargada de la cooperación con servicios de inteligencia extranjeros y seguía colaborando con el Mossad como reservista. El Mossad y la inteligencia italiana tienen intereses comunes en temas como el terrorismo o el programa nuclear iraní.
Los supervivientes no llevaban documentos de identidad cuando declararon a la policía italiana. Dijeron que los habían perdido cuando el barco se volcó. Los italianos se identificaron como empleados de un departamento gubernamental genérico, mientras que los israelíes dijeron que formaban parte de una delegación gubernamental.
Lo único seguro es que la tormenta que azotó el lago Mayor fue inusualmente fuerte y localizada. La agencia meteorológica regional había emitido una alerta amarilla por posibles tormentas, pero no esperaba que fueran tan intensas. Los vientos eran tan fuertes que hicieron volcar el barco y lo hundieron a unos 15 metros de profundidad.
Un grupo de amigos que también estaba en el lago fue el primero en rescatar a los supervivientes del barco hundido. Dijeron que la lluvia era tan densa que parecía una nube y que los pasajeros del barco gritaban y pedían ayuda como niños. Les ayudaron a subir a su barco o les lanzaron objetos flotantes para que se agarraran a ellos. Algunos supervivientes lograron nadar hasta la orilla.
Las dos víctimas femeninas fueron encontradas atrapadas dentro del barco hundido. Otra víctima fue hallada en el fondo del lago y otra flotando. Uno de los testigos dijo que parecía una escena de película y que todavía le costaba creer que fuera real. “Si no hubiéramos pasado por allí, creo que todos habrían muerto”, dijo.
El director de transportes públicos del lago Mayor dijo que la velocidad del viento había aumentado muy rápidamente en muy poco tiempo y que la tormenta era localizada y muy intensa. “Se encontraron en el lugar equivocado en el momento equivocado”, dijo.
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