Pederastia, mentiras y cuentas opacas: la cara oculta del emprendedor Dídac Sánchez
Por Alfredo Pascual | C. Otto
11/09/2015
El Confidencial
Dídac Sánchez es el hombre del momento. Con 22 años, sin estudios y con quince empresas a su cargo, los medios de comunicación han caído rendidos a sus pies: para unos es el mejor empresario joven del año, para otros un sólido candidato a presidir la Cámara de Comercio de Barcelona e incluso hay quien ve en él un brillante criptógrafo que este año facturará cincuenta millones de euros gracias a su pericia en los negocios.
Demasiado bonito para ser cierto. El relato de Sánchez se resquebraja a medida que se rasca la cáscara de self-made man bajo la que se oculta; su historia, la personal y la profesional, alterna entre la risa y el llanto a medida que su realidad insiste en dejarnos estupefactos.
I. El gran creador de empresas
II. Sombras en la gestión
III. El pasado de Diego
IV. Confesión pública
V. Las amistades peligrosas
VI. Borrando el rastro
I. El gran creador de empresas
Un análisis de su imperio desconcierta a cualquiera. Sorprende, en primera instancia, que de las quince empresas que dirige sólo tres hayan depositado cuentas anuales, todas ellas correspondientes a 2013. En agosto del año pasado Dídac declaró a Economía Digital que durante ese período facturó 22 millones de euros, una cifra que iría engordando en sucesivas ocasiones; en mayo 2015 ya eran 25 millones, una estimación que es la mitad de lo que prevé al terminar este ejercicio.
Hasta aquí su versión, porque los datos que constan en el Registro Mercantil de Barcelona son mucho más humildes. En concreto, facturó 975.661 euros en 2013, una cifra notable para un empresario inexperto pero que no se corresponde, ni tan siquiera se acerca, con lo expuesto en los medios de comunicación. Si posteriormente se obró el milagro del pan y los peces no consta en ningún libro ni está auditado.
Más llamativo aún es el frenesí de gestación de empresas, que abarca diversos sectores con un sólo elemento en común: la absoluta inexperiencia del emprendedor en cualquiera de ellos. De la nada, sin recursos económicos ni socios reconocidos, Sánchez ha sido capaz de crear hasta tres empresas en un sólo día, obteniendo una media récord de una al mes durante quince meses. “Creé las primeras sociedades con un préstamo de Cofidis, con 18 años, porque los bancos me denegaron el crédito”, explica Sánchez a Teknautas, “ni siquiera las fundé con dinero, sólo con ordenadores y muebles viejos”.
Este es el calendario resumido de lanzamientos:
27 de marzo de 2012. Debuta fuerte creando dos sociedades en la misma jornada: Formalegis, orientada a los “servicios sanitarios, de entretenimiento y ocio” y Enadwords, dedicada a la publicidad online y a la creación de páginas web, y a la que parece pertenecer Eliminalia, con foco en la eliminación de información personal en la red. Sánchez ha reconocido que la idea para este negocio la experimentó en carne propia ante la necesidad de eliminar hechos luctuosos de su pasado que más adelante abordaremos.
6 de septiembre de 2012. Pasado el verano crea una empresa para entregar los premios Laurel de Oro al “mérito y la innovación” pero, aunque convoca nominaciones para la edición de ese mismo año, no llega nunca a otorgarlos.
9 de septiembre de 2012. Tan sólo tres días después funda la Catalonian Wine and Spirits para el comercio mayorista de bebidas alcohólicas.
19 de febrero de 2013. Tras medio año en barbecho llega con fuerzas renovadas: en un mismo -y espléndido- día Sánchez articula sus dos sociedades más rentables: Subrogalia, su popular negocio de vientres de alquiler, y Legisdalia, un despacho de abogados especializados en familia que monta pese a no estar licenciado en Derecho. “Para abrir una clínica no necesitas ser doctor, ni abogado para abrir un bufete. Amancio Ortega no era cosedor ni patronista que yo sepa”, se excusa Dídac a Teknautas.
5 de marzo de 2013. En marzo funda Subastalia Investments, una compañía que saca a concurso los activos de sus clientes. Actualmente no tiene ninguna vivienda en catálogo ni hay registros de actividad económica en el pasado.
7 de noviembre de 2013. Dídac se hace con el Instituto de Exploración Genética y Reproducción Asistida, que posteriormente se imbricará en el Instituto Iegra Tres Torres con el objeto de abarcar todas las etapas de su negocio de vientres de alquiler.
20 de diciembre de 2013. Unos días antes de las Navidades el emprendedor compra la Clínica Hilton, especializada en aumentar la estatura de los pacientes. Contra toda lógica su página web permanece en obras, mientras que su grupo de Facebook cuenta sólo 57 miembros y no ha vuelto a actualizarse desde enero de 2014, unos días después de la adquisición. Pese a que es una de las unidades de negocio, en teoría, más potentes de Sánchez (engloba dos de sus firmas), los pacientes no pueden informarse siquiera de sus tarifas y servicios.
“Hilton gracias a Dios funciona muy bien, lo que pasa es que el negocio lo desarrollo en Latinoamérica donde, como sabrás, la gente suele ser bajita. Opero en Ecuador, México y Colombia. ¿Que por qué la Clínica Hilton no funciona en España? Porque Sanidad no me da el registro sanitario. ¿Y por qué no me da el registro sanitario? Porque les molesta el emprendimiento, les molesta que venga alguien con un producto innovador. Sigo pleiteando este asunto porque tengo derecho a hacerlo también en España”, relata Dídac. El emprendedor asegura que numerosos médicos aplican el método en Sudamérica, a los que cobra en forma de royalties.
Este periódico no ha podido encontrar indicios de actividad de la Clínica Hilton en los países citados.
19 de febrero de 2014. El día grande. Dídac comienza el 2014 creando Importaciones y Exportaciones La Selva y DosDiegos, dos empresas de las que no existe rastro documental -tampoco las menciona a los medios-, y Medicina y Cirugía Estética Hilton, supuestamente para operar en la clínica recién adquirida.
16 de abril de 2014. Pasados dos meses crea el Instituto Iegra Tres Torres, cerrando así un círculo en torno a los clientes de Subrogalia.
13 de junio de 2014. La última de las empresas gestadas es Wave Music Spain, que aspira a identificar y promocionar talentos musicales, así como a la organización de eventos y conciertos. Hay visos de abandono del negocio, en tanto que no hay ningún evento programado y durante el último año no ha publicado ni en las redes sociales ni en su página web, limitándose a la promoción del consagrado rapero barcelonés Ambkor. Para colmo, la herramienta Fake Follower Check sugiere que el 82% de sus seguidores en Twitter son falsos. “Este sello discográfico no me da dinero; algunas empresas van más rápido que otras. Eso sí, he contratado al anterior productor de Madonna”, comenta Sánchez.
II. Sombras en la gestión
Las empresas rentables de Dídac Sánchez son cuestionables en cuanto a dirección, mientras que algunas parecen abandonadas. Sólo Subrogalia, la que le ha llevado a todos los medios de comunicación y que, según El Mundo, factura 17,8 millones de euros, parece activa pese a que anotó unos paupérrimos beneficios antes de impuestos de 15.339 euros en 2013. Más allá, la agencia de rating Axesor sostiene que la deuda corriente de la sociedad representa el 94% de su estructura financiera, lo que comprometería su viabilidad a corto plazo.
También existen elementos que escaman en torno a su repercusión social. Es casi imposible encontrar una opinión negativa en la red más allá de una supuesta estafa a un ciudadano de Sevilla, y en su grupo de Facebook de 378 opiniones, 374 le otorgan cinco estrellas. Subrogalia cuenta con el aval de la Asociación de Padres de Gestación Subrogada, lo que debería infundir confianza salvo por un matiz: la asociación la creó el propio Dídac Sánchez y sólo referencia a su propia empresa. Subrogalia opera en países como Grecia, Ucrania, Rusia o México al ser la gestación subrogada una actividad ilegal en España.
Algo semejante sucede con Enadwords, que supuestamente factura 179.000 euros anuales. El portfolio de páginas web se compone casi por completo de trabajos realizados para empresas y dominios de Sánchez, además de mostrar una inactividad de más de dos años en Facebook, algo inusitado para una firma con obligada presencia en la red.
¿Cómo se explica entonces el desfase entre lo que asegura facturar y lo que figura negro sobre blanco? “Porque la mayor parte de mi negocio está en el extranjero. Sus posibilidades fiscales son mejores que las de España. Nunca jamás, en la vida, pondría un negocio mío en España; no hasta que mejore la situación fiscal. Hago lo mismo que hacen Apple o Amancio Ortega”, sostiene.
III. El pasado de Diego
Con todo, es imposible comprender a Dídac Sánchez sin conocer su pasado. Porque en el pasado Dídac ni siquiera era Dídac, sino Diego Giménez Sánchez, el nombre que consta en su partida de nacimiento. En octubre de 2010 cambió el orden de sus apellidos (de Giménez Sánchez a Sánchez Giménez) y tradujo su nombre al catalán, de Diego a Dídac. Pero fue con su identidad original con la que el joven afrontó una interminable serie de sucesos que, aunque forman parte de su vida personal, resultan clave a la hora de dibujar su perfil y la complejidad del entramado empresarial que ahora regenta.
El 29 de mayo de 2005 es el día del principio del fin de Diego, cuando tan sólo tenía 12 años. Ese día el joven, por entonces residente en el centro de menores Casal Dels Infants del Raval, en Barcelona, quedó con José María Hill Prados, un empresario de 45 años que, tras comprar varias películas pornográficas con el menor, se lo llevó a su casa de Cervelló, donde abusó sexualmente de él.
La escena se repitió dos semanas después, el 12 de junio, cuando Hill Prados volvió a incurrir en los abusos sexuales en el domicilio de Rodrigo Balseca, uno de los monitores que trabajaban en el centro del Raval.
El asunto fue denunciado por el propio centro y Hill Prados ingresó en prisión provisional, donde permaneció desde el 18 de junio hasta el 24 de noviembre de 2005. El juicio se celebró casi dos años después, el 20 y 21 de febrero de 2007, y dio lugar a una sentencia en la que Balseca fue condenado a dos años de prisión por abuso sexual y Hill Prados a ocho años por un delito de abusos sexuales con dos felaciones y penetración. Además, al empresario se le incautó un disco compacto con material pornográfico de menores que añadió otros cuatro meses a su confinamiento.
En la sentencia -anonimizada, donde Hill Prados es ‘Carlos Jesús’ y Diego es ‘Baltasar’-, la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Barcelona también impuso a los dos condenados la prohibición de acercamiento al menor en una distancia inferior a 1.000 metros por periodo de cinco años, así como la prohibición de comunicarse con él por cualquier medio. Según el propio Diego, hoy Dídac, el empresario ha salido de la cárcel hace apenas unos meses.
Hill Prados no se dio por vencido desde la cárcel. Al poco presentó un recurso ante el Tribunal Supremo en el que pedía la invalidez de la sentencia alegando una “ausencia de un mínimo de actividad probatoria de cargo”, ya que “la única prueba de cargo gira en torno al testimonio del menor”. Sin embargo, el Tribunal Supremo rechazó dicho recurso acogiéndose al hecho de que en este tipo de delitos, muy difícilmente probables, quien emite sentencia puede ampararse en la credibilidad otorgada a la víctima.
Y en este sentido, “el testimonio de la víctima fue tamizado por el tribunal”, del mismo modo que “la versión del menor y su actitud de sinceridad” fueron corroboradas por la Unidad de Abusos a menores del Hospital Sant Joan de Déu, por varios médicos forenses y por los psicólogos del Servei d’Atenció a la Víctima, con lo que “la convicción del órgano jurisdiccional de instancia tenía suficiente asiento probatorio”.
IV. Confesión pública
El empresario sorprendió al Tribunal Supremo en 2008 con un recurso en el que aseguraba que “los días 26 de febrero y 27 de marzo” había recibido, en su celda, “dos cartas firmadas por ese menor de contenido netamente exculpatorio”. Diego afirmaba en las misivas que inventó los abusos: “Las declaraciones que efectuó se produjeron bajo presión de uno de los trabajadores del Centro de Menores donde estaba ingresado y para evitar que comunicaran a su padre que le habían descubierto con objetos robados”.
No fue sufiente: el 13 de noviembre de 2008 el Tribunal Supremo volvió a denegar la autorización alegando que “la credibilidad del menor fue objeto de debate en el juicio oral, habiéndose valorado pericialmente la verosimilitud de sus manifestaciones que fueron contrastadas con otros datos objetivos, correos electrónicos, regalos reconocidos por los acusados y las versiones exculpatorias”. Hill Prados terminaría cumpliendo íntegramente su condena pese a los esfuerzos de Diego.
Tampoco era la primera vez que el patriarca de los Hill Prados se enfrentaba a una situación escabrosa. En 1996, cuando tenía 36 años, fue detenido por un presunto delito de corrupción de menores rusos a través de una empresa propia que se dedicaba a gestionar adopciones. Además el empresario fue acusado también de abusar sexualmente de sus cuatro hijos adoptivos, de procedencia rusa, aunque resultó absuelto después de que los propios menores se autoinculparan y, al igual que Diego, asegurasen haberse inventados los abusos.
Autoinculpación
A partir del verano de 2010 Diego emplea todas sus fuerzas en revertir el daño causado; asegura, a quien le escucha, que ideó los abusos por presiones de una trabajadora del Centro del Menores. Durante unos meses elabora cerca de una veintena de cartas dirigidas a personalidades y entidades de todo tipo: la Audiencia Provincial de Barcelona, la Policía Judicial de Barcelona, la Fiscalía de Menores, el Ministerio de Justicia (y su ministro Caamaño), el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, el Defensor del Pueblo, la Fiscalía General del Estado, el Presidente del Gobierno e incluso la reina de España.
De entre todos los documentos cabe destacar dos: la carta a la Audiencia Provincial de Barcelona (27/07/2010), agresiva y extensa, lejos de su estilo personal, en la que se autoinculpa de nuevo y rechaza la teoría de que hubiera podido ser comprado o sobornado por el condenado: “Si alguien hubiese abusado sexualmente de mí, les aseguro que no querría que le soltasen, sino más bien todo lo contrario, que se pudriera en la cárcel o que alguien le matase. (…) A mí no me ha comprado nadie (…) ni tampoco me ha amenazado nadie ni me ha metido miedo nadie”.
En segundo lugar, y apenas un día después de cumplir los 18, Diego remite un nuevo escrito a la Audiencia de Barcelona en el que pide el acercamiento a los condenados: “Estos señores nunca me hicieron nada, no cometieron delito alguno contra mi persona. (…) Solicito a esta sala que se levante la prohibición de acercamiento, con el fin de poder verlos para pedirles perdón por el daño que les he causado”.
De manera casi paralela a estos hechos, en octubre de 2010, Diego abre un blog para publicitar su versión; hoy el blog ha sido eliminado, aunque aún se puede acceder a él a través de Webarchive.
En la carta a la Audiencia Provincial de Barcelona Diego lanza una advertencia: “Cumplo los 18 años el 2 de noviembre y nada me impedirá acudir a la prensa, que estará encantada de saber de mí, con lo sonado que fue mi caso”. Dicho y hecho. Dos días después de estrenar la mayoría de edad, Diego acude al programa Espejo Público, de Antena 3, donde se rasga las vestiduras ante todo el país.
Su versión televisiva, pese a la empatía que cosechó en plató, en ningún momento encajó a los peritos que examinaron su testimonio original. Tampoco a parte del equipo de Espejo Público, que en las siguientes semanas dedicó tres programas a investigar a fondo y plantear las serias dudas que les generaba la nueva versión del joven. Estas emisiones no gustaron a José María Hill Prados, que llegó a preparar contra el programa una querella (que desconocemos si finalmente fue presentada).
Quizá lo más sorprendente del vídeo es la presencia de Andrei/Andreu Hill Prados (el nombre de pila ha ido variando con el tiempo), un hombre de ascendencia rusa adoptado por José María Hill Prados.
Andreu desde el primer momento exhibe un tono conciliador, niega que su familia estuviese influyendo de ningún modo sobre Diego e incluso llega a exculparle en antena: “No estamos enfadados con él en este momento, estamos enfadados con el Raval y con la justicia. Siempre he creído en la inocencia de mi padre. Si no, no estaría apoyándole al 100%; toda la familia está con él al 100%”.
V. Las amistades peligrosas
En el plató de Antena 3, Andreu Hill Prados niega cualquier tipo de relación con Diego: “La primera vez que vi a Diego fue hace tres meses. Hasta entonces no sabía ni dónde estaba”, una versión que contrasta con la opinión vertida por un periodista del programa, que unas semanas después insinuó que Andreu y Diego podrían estar viviendo juntos.
En cualquier caso, y más allá de las especulaciones allí vertidas, lo cierto es que hay hasta cuatro elementos que relacionan muy directamente a Diego con la familia Hill Prados:
A. La ayuda de Andreu
Decía Andreu que ni siquiera llegó a conocer a Diego hasta tres meses antes de la emisión del programa, lo que situaría su primer encuentro en torno a agosto de 2010. Sin embargo, hay una prueba que alarga algo más esa relación. Se trata de la famosa carta que Diego remitió en julio a la Audiencia Provincial de Barcelona, en la que habla de la relación entre ambos: “Claro que tengo contacto con uno de los hijos del señor Hill Prados, que me ha tratado muy bien desde que pedí verle. Me ha ayudado a pedir la emancipación, que es algo que quería desde hace tiempo”.
El baile en los meses, desde luego, no tiene por qué ser sospechoso si tenemos en cuenta que la estimación de Andreu no fue hecha ante un juez, sino en un programa de televisión. Sin embargo, parece evidente que la relación entre ambos en aquella época era más que cordial.
B. Passionware, la sociedad
Con el patriarca a la sombra, Diego y la familia Hill Prados llegan a compartir incluso la titularidad administrativa de una empresa. Fue en Passionware, una compañía de software fundada el 2 de abril de 2013 y cuyo administrador único era el propio Diego. Sin embargo, el joven duró muy poco en el cargo: en mayo fue cesado en favor de Alexis Hill Prados, otro de los hijos de José María Hill Prados. “Yo me dedicaba a diseñar páginas web, igual que Alexis. Por eso formamos una sociedad de la que soy administrador por hacerle un favor a Alexis, que tenía miedo a sus deudas”, explica el emprendedor a esta publicación.
Giménez se vio en la necesidad de aceptar por pura gratitud: “¡Es que Alexis es su hijo! [de José María] Yo les quité sus empresas, a su padre, su patrimonio… al final todos han acabado dispersos por Europa, en paradero desconocido. Alguna vez hablo por teléfono con ellos, no voy a engañar a nadie, pero en el momento que dejo la relación societaria no quise tener más vinculación con la familia”, detalla.
C. Empresas con sede compartida
Cuando Jurisdalia (una de las muchas empresas de José María Hill Prados) se declara insolvente, tenía su domicilio social en la calle de Valencia, 151 de Barcelona. Sin embargo, no siempre fue así: basta con mirar los perfiles que la empresa llegó a tener en algunos portales de empleo para encontrar un domicilio social anterior, en el Passatge del Xiprer, 10-14.
Y esa ha sido y es la dirección del domicilio social de varias de las empresas de las que Diego es actualmente administrador único, entre ellas Subastalia, Clínica Hilton, Internet Privacy Europe, Subrogalia, Enadwords o Catalonian Wine and Spirits.
D. Dominios relacionados con Hill Prados
Desde el comienzo de su trayectoria emprendedora Diego se ha convertido en un experto coleccionista de dominios de internet. En estos momentos posee más de 60, entre los que se encuentran algunos relacionados de manera directa con José María Hill Prados como josemariahillprados.com, josehillprados.com o falsosabusos.com, una web que el joven empleó para intentar limpiar el nombre del empresario y defender su supuesta inocencia ante la condena por abusos sexuales.
Giménez no quiere hablar de su pasado, aunque no lo oculta si se le pregunta específicamente: “Voy a estar toda la vida en deuda con la familia Hill Prados, pero eso no significa que sigamos vinculados. Ese señor terminó en la cárcel y yo en una residencia de menores por algo que nunca ocurrió”, dice. ¿Le ha perdonado José María Hill Prados? “No lo sé. ¿Tú lo perdonarías? Yo no. No he tenido el menor contacto con él mientras estuvo en prisión. Yo salí reforzado del centro de menores: podría haber hecho lo que todos, irme a fumar cigarros, a robar y a hacer mil locuras hasta acabar en la cárcel, pero preferí pedir un crédito y montar mis negocios”, confiesa Diego. “Todo esto lo contaré en un libro que sale a la venta en octubre”.
VI. Borrando el rastro
Si hay algo en lo que tanto Diego como José María Hill Prados se han especializado, más allá de la creación de empresas de corte semejante, es en llevar a cabo todas las tareas posibles para burlar su recuerdo digital.
El primero, con su empresa Eliminalia; el segundo, con Jurisdalia, una compañía que tiene como administrador único a Alan Alexis Hill Prados y que durante muchos años se encargó de contactar con medios de comunicación que hubiesen publicado información perjudicial para el empresario para exigirles la retirada de las publicaciones.
Sirva como ejemplo la queja de una asociación peruana contra la pornografía infantil, que en mayo de 2008 demostró haber recibido un escrito de Jurisdalia en el que se le instaba a borrar un artículo sobre la condena de José María Hill de Prados por los abusos sexuales cometidos.
Por otro lado, mientras el joven alteró el orden de sus apellidos e incluso creó su propio nombre de marca, Hill Prados ha optado por enmarañar su rastro.
Alguien ha creado numerosos perfiles a su nombre en distintos sitios web dotándole de múltiples personalidades: así, en Tumblr es un escritor cuya obra no figura en catálogos ni librerías; en Tus Anuncios se presenta como un especialista “en todo lo relacionado con la arquitectura”; en Oloblog, Hill Prados es un cantautor premiado en Cartagena de Indias; en Blogger ha ganado un premio de emprendimiento en el sector de la confección… la lista es interminable. La mayor parte de los perfiles se crearon durante los primeros meses de 2014.
Distintos expertos en SEO consultados ven indicios de que se ha realizado un esfuerzo por limpiar su imagen en internet, algo que Diego ha reconocido en varias entrevistas. El hecho de que su nombre siempre aparezca en mayúsculas en el cuerpo de texto, que titule sus blogs con nombre y dos apellidos, que utilice etiquetas como #prados, #jose o #hill en sus artículos o que sólo haya una entrada por plataforma (lo mínimo necesario) son métodos populares para orientar selectivamente las búsquedas de Google. Además, Hill Prados ha eliminado la mayor parte de las referencias a su pasado, ya sea por la vía de la amenaza legal o acogiéndose al derecho al olvido. Teknautas ha tratado de comprobar la mera existencia de alguna de las personalidades citadas sin éxito.
La protección que genera el anonimato se ha venido abajo en los últimos días, cuando el emprendedor se ha embarcado en un media tour para detallar su caso de éxito y promocionarse. En ocasiones embaucando a la prensa con historias descabelladas como la última, que pasa por atribuirse el mérito por descifrar un código de la Segunda Guerra Mundial tres años después de que el caso se publicase en los medios ingleses.
Buena parte de los internautas rechazan su historia e incluso se han creado hilos de Forocoches con el objeto de desmontarla. Dídac advierte que en los últimos días ha recibido amenazas y que demandará a todos tuiteros que le han acusado de estafa o que “me han dicho que soy el Pequeño Nicolás 2.0”.
“El éxito es un deporte de riesgo en España. Cuando lo tienes, siempre hay alguien que desconfía de ti. A mí me llaman los medios, no yo a ellos; yo no quiero ir a hablar de dinero, lo que quiero es ayudar a la gente. Quiero comprar un edificio para los chicos que están en centros de menores. Eso no lo dice nadie”, concluye el emprendedor.
(Dídac Sánchez asegura que dispone de balances que demuestran su facturación en Latinoamérica y se comprometió a enviarlos al periódico para su verificación. Sin embargo, al cierre de estas líneas y después de incumplir dos plazos, la documentación no ha llegado).
Dídac Sánchez: carta abierta sobre mi controvertida infancia
Por Dídac Sánchez
11/09/2015
El Confidencial
Atodos mis amigos, pero también a todos los enemigos que al parecer tengo y no tengo el gusto de conocer, que pueden dudar sobre mi trayectoria después de un artículo publicado hoy en un periódico digital quiero decirles:
– Que estoy muy orgulloso de haber nacido en el barrio del Raval de Barcelona, de haber sido un niño pobre, con zapatos rotos, orgulloso de mis padres y hermanas, de ser hijo de albañil y de haber comido de las papeleras por las calles.
– Que fueron asquerosos los casi cinco años que estuve en tres centros de acogida junto con mis hermanas cuando retiraron la custodia paterna a mis padres.
– Que sé que he perdido mi infancia, pero a cambio he ganado valor ante las calumnias y las adversidades, porque he aprendido a no tener miedo ni vergüenza, y he aprendido también a perdonar y a pedir perdón.
– Que sé que a muchos les cueste entender que teniendo 12 años acusara falsamente de que abusaran sexualmente de mí y que al salir del centro de acogida a los 18 me retractara públicamente.
– Que también sé que a muchos les cueste entender cómo puedo ayudar a aquel al que por mi falso testimonio siendo yo un crío metí ocho años en la cárcel y arruiné su vida económica y familiar.
– Que me siento orgulloso de no esconder mi pasado, y si alguien está libre de pecado que tire la primera piedra.
– Que lamento no haber acabado la ESO ni saber tantas cosas como me hubiera gustado aprender de niño. Fui un niño de la calle y lo que aprendí fue lo que me enseñó la calle.
– Que luego, con un crédito de 2.000 euros y poco más, empecé siendo mensajero, haciendo fotocopias en una gestoría y páginas web día y noche. Que lo que soy ahora creo que se lo debo a esa infancia que perdí, a esa calle en la que aprendí a sobrevivir y a mi empeño por dejar de ser quien fui. Y a Dios.
– Que no pretendo ser un modelo de nada ni de nadie, y que tampoco pretendo ser un empresario mediático, y que no tengo ningún problema en dar mi testimonio a quien me llame. La notoriedad me ha servido para poder emprender proyectos de ayuda a otros jóvenes como yo. Y ganarme enemigos que ni sabía que existían.
– Que da pena ver cómo tantos jóvenes se van al extranjero porque aquí cuesta mucho salir adelante, y que yo también he pensado muchas veces en marcharme de aquí porque la envidia no tiene fin.
– Pero os digo a todos que de momento me quedo. Que estoy muy orgulloso de mi infancia y muy orgulloso de ser español.
En Barcelona, a 11 de septiembre de 2015
El imperio empresarial no es de Dídac Sánchez, sino del ‘pederasta del Raval’
Por C. Otto | Alfredo Pascual
22/09/2015
El Confidencial

Dídac Sánchez no sólo no ha roto la relación con José María Hill Prados, el hombre que abusó sexualmente de él cuando tenía doce años, sino que numerosos indicios, corroborados por testimonios de empleados y extrabajadores, apuntan a que Hill Prados oficia como maestro de ceremonias en Balmes 243, en Barcelona, la sede donde se arremolinan las empresas que supuestamente administra Dídac Sánchez. La imagen superior, tomada por un extrabajador, atestigua que ambos trabajan mano a mano en Subrogalia, su negocio de vientres de alquiler, rodeados de imágenes de bebés.
Los más de cuarenta empleados del holding observan, cada día, cómo José María Hill Prados hace y deshace a su antojo pese a no constar en ningún sitio; ni en el Registro Mercantil, ni en su página web, ni siquiera en las tarjetas de visita. También sus hijos Andreu y Alan trabajan para las empresas del padre: “Dídac y José María comparten despacho. Hill Prados se hace llamar en la empresa Diego, quizá porque es el único nombre que aparece en el Registro Mercantil. Llegan pronto, se van a comer juntos y salen en torno a las ocho de la tarde. Es complicado verles separados, son como una misma persona”, explica una extrabajadora del grupo. Otros indican que Hill Prados firma los contratos como el abogado Marcos López y que ha eliminado cualquier documento que llevase su firma original.
Incluso aseguran que José María sale en la foto que la empresa tomó en la última Nochebuena y que Subrogalia publicó en su perfil de Twitter: “Estábamos todos trabajando, un empleado avisó que iba a hacer la foto y Diego (José María) se dio la vuelta. Nadie reparó en ello hasta que se publicó la imagen”, dicen desde Subrogalia.
“Toda la oficina conoce la realidad de la empresa: saben que Diego no es Diego, sino José María, el pederasta del Raval, y que Dídac es Diego, su víctima, que no cuenta más que de puertas afuera. Es la cara bonita de Hill Prados para la prensa, porque sabe que sus hijos están demasiado contaminados para salir a la luz. Sin embargo, la comidilla en Subrogalia son las quejas de los clientes -las mentiras que nos obligan a contarles para ganar tiempo- y la presencia injustificada de menores allí trabajando”, comenta.
Distintas fuentes coinciden al señalar a Dídac como un hombre de paja sin el conocimiento necesario para dirigir: “Dídac no es nadie a nivel empresarial: no conoce los conceptos básicos de gestión de una empresa, tampoco cómo organizar un grupo humano… incluso dudo, por sus comentarios, que sepa algo de informática, como siempre ha vendido”, relata un extrabajador. “José María sí que tiene nociones de gestión, pero mi gran duda es: ¿sabrá llevarla cuando adquiera un volumen mayor? En mi opinión tiene demasiados agujeros ya, en forma de potenciales demandas de clientes, y es muy aficionado a tomar atajos”.
“Dídac tiene sus virtudes: tiene cierto carisma, sabe salir de los compromisos y ha hecho suya la verborrea de superación de los emprendedores, con la que engaña a unos cuantos. Si le quitas eso se queda un chico de 22 años, sin estudios, metido en negocios tan complejos legal y logísticamente como la maternidad subrogada, de los que no sabe nada. ¿Y cómo iba a saberlo? Ni siquiera creo que comprenda que, como administrador único, responde personalmente de todo lo que haga su jefe en la sombra. Sospecho que todo lo hace por dinero”, dice una trabajadora que salió hace unos meses de Subrogalia.
Los que conocen de primera mano la situación del grupo también concurren en que, de todas las empresas del grupo, sólo Subrogalia y en menor medida Eliminalia tienen visos de funcionar comercialmente. Apuntan a que los clientes de vientres de alquiler crecen y, suponen que la publicidad hecha por Sánchez en los medios de comunicación sobre Eliminalia reportará algún rédito. Del resto de sociedades, radicadas en la misma sede social en la que trabajan, muchos han reparado en su existencia con la publicación del artículo de Teknautas. “Si aquí se importan bebidas alcohólicas, se hacen operaciones de cirugía estética o se subastan pisos es la primera noticia que tenemos”, comentan.
La vertiente económica es la respuesta más habitual al preguntar sobre las motivaciones de Dídac. Al contrario que su discurso público, en el que Dídac reniega del lujo y las ventajas que conlleva la opulencia, los que le conocen le califican como “un fanático de la ostentación”. La versión entroncaría con algunas de las fotos que Dídac ha colgado -y posteriormente eliminado- en las redes sociales. En la serie inferior puede verse al supuesto emprendedor tras el volante de un Ferrari y exhibiendo poderío en una suerte de bodegón de mal gusto que incluye su DNI para despejar toda duda.
Los trabajadores sostienen que dos de los hijos de Hill Prados trabajan para Dídac. Alan Hill Prados ejercería como gestor de vientres de alquiler en Subrogalia, mientras que Andreu tendría un cargo de mayor relevancia, a caballo entre España y Rusia, su país de origen y uno de los países clave en los negocios del patriarca. Según los testimonios, Andreu apenas aparece una vez al mes por la sede de Barcelona; Alan, al contrario, es el encargado de ocuparse de los clientes españoles que acuden a Subrogalia en Balmes.
La vinculación de los hijos de José María con Dídac es evidente. Andreu no sólo acudió junto al emprendedor al programa Espejo Público para apoyar la exculpación de su padre, sino que figura en el registro mercantil ruso como el director de Subrogalia (prueba a traducir la página con Google Translate). Para colmo, Andreu aparece en el vídeo de presentación de la oficina española, concretamente en el minuto 2:45 (rubio, camiseta clara, es el individuo con un lunar sobre la ceja izquierda).
Más complicado es demostrar la presencia de Alan, el otro hijo, en Subrogalia, si bien hay rastros documentales de su implicación en el negocio del padre. Fue administrador único de Jurisdalia, que posteriormente mutaría en Legisdalia, propiedad de Sánchez. Ambas compañías coincidieron temporalmente en la sede común de las empresas de Hill Prados, en Passatge Xiprer 10-14, en L’Hospitalet de Llobregat. En esta captura de Street View, de agosto del año pasado, puede verse el cartel de Legisdalia en la sede de Jurisdalia. Es más, en el histórico podemos comprobar que Dídac creó, en 2012, la página web de Jurisdalia, en la que aún figura una de sus cuentas de correo.
Subastalia, otro de los negocios de Sánchez de los que nada se sabe, fue registrada comercialmente en 2007, seis años antes de que el supuesto emprendedor diera fe de ella en el Registro Mercantil. La marca se apuntó a nombre de Patrimonial Kobilets, la empresa familiar de los Hill Prados y que administra José María. La página de Subastalia se mantiene offline desde que este periódico publicase el primer reportaje sobre Dídac Sánchez.
A más a más, como muestra el diagrama superior, los negocios que Sánchez asegura facturan 50 millones de euros son un calco del holding que gestionaba José María Hill Prados antes de entrar en prisión. La adopción de niños, el derecho de familia, la venta de bebidas alcohólicas y la compraventa inmobiliaria, sectores preferidos de Hill Prados, siguen presentes, aun condensados, en la cartera de su testaferro. Solo Eliminalia, para borrar el rastro de internet, Wave Music, dedicada a captar talento musical, y Mireia Vidal Brides, un negocio creado ad hoc para su novia, parecen guardar alguna relación con las parcelas de conocimiento de Sánchez.
¿Por qué Hill Prados necesita un testaferro?
Al final, y una vez que se comprueba que Dídac Sánchez ejerce de hombre de paja de Hill Prados, la pregunta parece evidente: ¿por qué iba a necesitar Hill Prados un testaferro? ¿Por qué un hombre con tanta experiencia en los negocios necesitaría de un chico joven al que colocar al frente de sus nuevas compañías, sobre todo teniendo a cuatro hijos a los que poder situar en los órganos de dirección?
La respuesta fluye en dos direcciones: por una parte, por la innumerable cantidad de deudas que tanto José María Hill Prados como sus hijos han ido acumulando a lo largo de los años. Unas deudas que, al declararse todos en estado de insolvencia y no haber hecho frente a ellas, les imposibilitan declarar ningún tipo de actividad económica. Por otra parte, el escabroso historial delictivo de Hill Prados, que le ha otorgado una proyección pública y una imagen social que, evidentemente, también le impide liderar abiertamente ningún tipo de aventura empresarial.
Las deudas e impagos de José María Hill Prados y sus empresas daría para un libro en sí mismo: querellas por parte de empresas, querellas de particulares, impagos a la Seguridad Social y a empleados, embargos de cuentas, subastas de bienes… Y lo que es aún más grave: la mayoría de esas sentencias van acompañadas de declaraciones de insolvencia. En resumen, la fórmula perfecta para que, si Hill Prados comenzase a trabajar de nuevo por cuenta propia, fuese inundado por estos impagos.
Impagos a trabajadores, deudas, sanciones…
Basta una búsqueda sencilla en Google para toparse con un reguero de afectados: encontramos una deuda de 7.600 euros, otra de 7.700, un impago de 9.500 euros a un trabajador, otro impago a una trabajadora, otro, otro, otro, otro, otro, otro, otro, una reclamación de la Seguridad Social, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra… una lista tan larga que su mera reproducción resulta tan grotesca como ilustrativa (a pesar de que aquí sólo hemos reproducido una mínima parte de todos los impagos localizados).
Además, sus hijos Andreu y Alexis cuentan con hasta tres (1, 2 y 3) embargos de cuentas y bienes. De hecho, Andreu tuvo que recurrir a una subasta de bienes en marzo de 2009 para intentar sufragar una parte de sus deudas con la Seguridad Social.
Una hoja de servicios agitada
Las empresas de Hill Prados no se fueron a pique por algo que tuviera que ver con la mala gestión o una equivocada estrategia de negocio; al contrario, sus quiebras tienen siempre que ver con irregularidades y problemas con su plantilla. Los problemas financieros, sumados a las sentencias por pederastia, han destrozado la imagen pública de José María Hill Prados hasta el punto de que ni siquiera el derecho al olvido puede ayudarle.
Denuncias que no se consuman
El 16 de mayo de 1996, cuando tenía 36 años, el empresario fue detenido por un presunto delito de corrupción de menores y otro de abusos sexuales contra tres de sus cuatro hijos adoptivos, que ingresaron en un centro de acogida de la Generalitat tras la detención e ingreso en prisión provisional de su padre adoptivo. Los cuatro menores, de 12, 13, 16 y 17 años, procedían de orfanatos rusos y fueron adoptados precisamente a través de Padres Para Siempre, una asociación que fue investigada por las sospechas acerca de su actividad real. En su declaración ante la Policía, los tres menores reconocieron los abusos.
En el proceso se cometieron varios errores de instrucción que, a la postre, acabaron beneficiando al empresario. El más destacado se produjo cuando el juzgado de instrucción de Rubí mantuvo el secreto de sumario durante dos meses, un mes más del periodo de tiempo que establecía la ley para este tipo de actuaciones.
Este error hizo que el juez que llevaba el caso tuviese que anular las declaraciones de los menores, las del acusado, el auto que llevó a prisión a Hill Prados y el auto que le quitó al empresario la tutela de sus hijos adoptivos. Además, el juez también se vio obligado a suspender el juicio en junio de 1997, apenas unos días antes de su celebración. Al final, la vista tuvo lugar en diciembre de 1998 (un año y medio de después de la fecha inicialmente prevista) fruto de los errores procesales.
Para sorpresa de todos, la versión de los menores cambió por completo el día del juicio. Los tres aseguraron al juez que los abusos sexuales en realidad nunca tuvieron lugar, sino que ellos mismos se los habían inventado. Al final, como la declaración de los tres niños ante la Policía había sido anulada, el juez sólo pudo tener en cuenta sus palabras en el juicio y absolvió a Hill Prados.
Coincidencias con el caso de Dídac
El caso muestra grandes coincidencias con las del caso de Dídac Sánchez. Y es que, aunque el primer abuso al joven se cometió el 29 de mayo de 2005 y el auto de procesamiento fue ejecutado el 10 de octubre del mismo año, el juicio finalmente tuvo lugar el 20 y 21 de febrero de 2007, un año y medio más tarde. Dídac Sánchez también cambió la versión a posteriori aunque, a diferencia de sus hijos, sostuvo ante el juez que fue agredido sexualmente para retractarse años más tarde.
Esta vez los cambios no jugaron a favor de José María. Mientras la confesión de los hijos de Hill Prados sirvió para que el empresario no fuera condenado, la de Dídac Sánchez no le libró de la cárcel. El Tribunal Supremo determinó que “la credibilidad del menor fue objeto de debate en el juicio oral, habiéndose valorado pericialmente la verosimilitud de sus manifestaciones que fueron contrastadas con otros datos objetivos, correos electrónicos, regalos reconocidos por los acusados y las versiones exculpatorias”.
Sospechas sobre su asociación de adopciones
Cuesta imaginar que Hill Prados, soltero y cercano a la cuarentena, consiguiese adoptar cuatro niños de Rusia, máxime cuando este tipo de procesos se llevan con el mayor de los escrúpulos y tienden a alargarse ad infinitum. La respuesta tiene tres palabras: Padres Para Siempre. Es el nombre de una asociación fundada Hill Prados y mediante la que el empresario gestionaba adopciones de huérfanos rusos.
La que en 1996 era directora general de Atención a la Infancia, Conxita Tarruella, explicaba los motivos a El Periódico de Catalunya: “Siempre se les ha denegado cualquier autorización que hayan solicitado”, ya que solían detectar “irregularidades muy concretas”, sobre todo relativas a las dificultades de regularización de los menores que traían desde Rusia: “Desde Baleares han devuelto cuatro niños y hay más casos que ahora no quiero cuantificar. ¡Ojalá sólo hubiese habido uno!”, aseguraba.
El primer medio de comunicación que investigó a la asociación fue el programa Línea 900, de Televisión Española, que dedicó varios programas a señalar y denunciar las posibles irregularidades. Según el programa, Hill Prados disponía de un catálogo de menores rusos incluyendo descripciones acerca del color de sus ojos y su pelo.
Precisamente la supuesta inclusión en el catálogo era lo que constituiría un hecho delictivo, ya que los niños en adopción no son objeto de derecho, sino sujeto. Es decir, que una adopción no se plantea legalmente como la búsqueda de un niño para unos adultos, sino como la búsqueda de unos padres que puedan acoger a un niño, con lo que la exposición de los menores en un catálogo estaría fuera de la ley.
Financonsulting es el nombre de otro foco de problemas legales. Se trata de un holding financiero con el que, hasta 2008, Hill Prados realizó cerca de un centenar de presuntas estafas hipotecarias valoradas en más de 8 millones de euros.
La trama se dedicaba a la refinanciación de deudas y funcionaba de la siguiente manera: por un lado, buscando inversores que quisieran prestar altas cantidades de dinero con un interés superior al 20%; por otro, buscando personas con deudas hipotecarias que necesitasen refinanciar su deuda o rehipotecar su casa para conseguir dinero en efectivo. Entre medias, por supuesto, se encontraban Financonsulting y Hill Prados (por entonces ya en la cárcel), que ejercían de intermediarios entre las dos partes y se quedaban con todo el dinero.
Al final, los inversores no recuperaban su dinero, mientras que los endeudados no sólo no conseguían el dinero que necesitaban, sino que, además, acababan casi duplicando su deuda inicial.
Uno de los afectados contaba a Interviú su particular historia y el timo al que fue sometido: “Yo invertí en julio 12.000 euros con la garantía de 12.000 botellas de Cava Cardoner, y ni siquiera cobré en agosto los primeros 400 euros de intereses firmados. A primeros de septiembre reclamé en la oficinas y Andreu [Hill Prados] me dijo que me pagarían al día siguiente. Cuando volví, estaban cerradas”.
Todos los datos señalan a que Hill Prados y su turbulento historial vuelven a operar en España, esta vez como garantes de la maternidad subrogada y bajo el paraguas de Dídac Sánchez, un joven al que se le ha presentado como el emprendedor de moda y que tendrá que responder, como administrador único a todos los problemas legales que puedan surgir de la nueva andadura de José María.
“Hill Prados ha tenido libre acceso a mis oficinas los últimos nueve meses”
Por Alfredo Pascual | C. Otto
06/07/2016
El Confidencial
La semana pasada nos pusimos en contacto con Dídac Sánchez, con quien este periódico mantiene un conflicto legal a razón de los dos reportajes sobre su entramado empresarial que publicamos en septiembre, para que ofreciese su versión sobre los abusos sexuales a menores que presuntamente han tenido lugar en su oficina. También intentamos hablar con José María Hill Prados, también conocido como ‘el pederasta del Raval’, que abusó de él cuando solo era un niño y con el que ha seguido manteniendo relación, sin éxito. Aunque nuestra intención es y ha sido siempre señalar los desmanes de Hill Prados, jamás ha atendido a nuestras llamadas ni ha dado muestras de vida.
Sánchez respondió a nuestros correos al momento desmarcándose de las acusaciones. “Desconozco lo de la denuncia [por abusos sexuales]. No he recibido denuncia alguna ni tengo constancia de nada de esto”. Insistimos en un correo posterior, ya que teníamos constancia por fuentes directas de que sabía que esto había sucedido en sus oficinas, pero se mantuvo firme: “Como le he indicado anteriormente, no tengo motivo alguno en mentir [sic] en temas tan delicados como el que expone, me pilla la información completamente de sorpresa”. En ambos correos amenazaba con recurrir nuevamente a los tribunales.
Pregunta: ¿Cuándo supiste de los abusos?
Respuesta: En el mismo día, creo. Reaccioné de inmediato despidiendo a Jerome [el empleado que denunció los presuntos abusos ante los Mossos d’Esquadra] y a Hill Prados. Hablé con los chicos [con el abusado y su hermano] y me dijeron que no había ningún problema, pero también quería hablar con los padres para verificar todo. Luego hablé con los padres del menor, que me dijeron que la culpa había sido de su hijo, que se había abalanzado sobre Hill Prados y le había dado un beso. Los chicos han seguido trabajando en la compañía sin problemas.
P.: Según tu relato es el menor quien busca el acercamiento con Hill Prados.
R.: Eso es lo que dice el menor y lo que me dijeron sus padres.
P.: Las denuncias que hemos publicado, una de ellas de los padres, dicen todo lo contrario, que fue Hill Prados quien buscó el contacto con el menor desde el primer momento.
R.: No lo sé. Yo solo sé que no necesito ningún follón de estos y decidí en el momento cerrar el sello musical. Que lo arreglen en el juzgado, yo no quiero saber nada de este tema, es algo turbio. No quiero saber nada de estas tonterías. Me reuní con los padres y con los chicos para asegurarme que todo estaba bien y decidimos seguir adelante con el contrato que teníamos.
P.: ¿No te parece que habría sido más correcto denunciar el caso en lugar de despedir a trabajadores? Tú mismo estuviste implicado en un episodio similar con la misma persona.
R.: A Hill Prados no le despido, simplemente le digo: “El asesoramiento que te pedía, ya no lo quiero, si es de este modo”. Yo soy el primero en decirle a los chicos que les acompaño a los Mossos si ha sucedido algo, y ellos me dicen que no. Luego me reúno con los padres, aunque ellos me dicen que no es necesario.
P.: Según nuestras informaciones, los chicos no siguen en la empresa.
R.: Bueno, no, pero porque cerré la empresa.
*****
Solo podemos saber por Hill Prados a través de Dídac. Sin embargo, este períodico ha podido comprobar que el productor Jerome Farley presentó su baja voluntaria y se marchó sin indemnización al saber de los abusos. Lo mismo hizo una de las parejas de artistas, mientras que la otra ha solicitado en varias ocasiones que se rescinda su contrato, pero todavía no lo han conseguido. Estos últimos, según nuestras informaciones, estarían negociando su baja directamente con José María Hill Prados.
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P.: Hace más de dos meses del incidente y aún no está cerrada.
R.: Estamos en trámites de disolución.
P: El sello musical, como muestra en su web, sólo ha trabajado con dos parejas de hermanos. Ninguna de los cuatro ha cobrado un euro. ¿Es cierto?
R.: Sí, pero porque el proyecto no ha funcionado. Contraté a un manager, Jerome Farley, que me estuvo engañando. Transfería dinero para los derechos de las canciones que iban a una empresa en la que Farley era socio, eso también influyó en mi decisión de cerrar.
Un artista cobra cuando hace un concierto o va a un evento. Cerré la compañía porque ya no creo en este proyecto, no por dejar de pagar a nadie. Estos artistas no eran nadie y conmigo han tenido un videoclip y unas canciones de nivel.
P.: ¿Sabías que Hill Prados utilizaba las salas de juntas de tus empresas para tomar medidas a menores en ropa interior?
R.: No, no lo sabía. Hubiera tomado medidas. Yo no puedo controlar qué hacen todos mis empleados en las salas de juntas. Hay cámaras de seguridad y en cuanto alguien pida las grabaciones se las facilitaremos.
P.: ¿Has visto tú esas grabaciones?
R.: No, porque no tengo notificación de ninguna denuncia. No he querido entrar en ese tema, no soy nadie para entrar en el tema, es la Policía y el Juzgado los que deben hacerlo.
P.: ¿No te han preguntado los Mossos por este asunto?
R.: No, nunca.
P.: ¿No te han llamado para saber qué sucedió en la sala de juntas de tu empresa?
R.: No…. (lo piensa) Perdona, perdona, sí es cierto que vino un policía preguntando por mí, pero no estaba y habló con el director de Recursos Humanos, así que el director de Recursos Humanos fue a declarar a la comisaría y dijo lo que sabía. Pero yo concretamente no.
P.: Nos dijiste que en esta entrevista dirías la verdad; entenderás que nos parezca raro que en diez segundos hayas cambiado la respuesta anterior.
R.: Sí, pero entenderéis que esta entrevista para mí no es nada fácil. Vengo a decir la verdad; podría haber dicho que no había ido nadie y callarme, pero me he acordado y lo he contado. Nada más.
*****
Hasta hoy Dídac Sánchez ha negado una y otra vez mantener cualquier contacto con José María Hill Prados. Esta es la primera vez que reconoce su relación después de que Hill Prados abandonase la cárcel; lo hace sepultado por pruebas y testimonios contrarios a su versión. Solo reconoce lo que sabe, o sospecha, que podemos demostrar documentalmente. Ahora sostiene que solo ha tenido relación laboral con Hill Prados en los últimos “8 ó 9 meses”, el tiempo que ha pasado desde que publicamos los reportajes, a pesar de que los trabajadores indican lo contrario: que desde entonces Hill Prados ha limitado su paso por las oficinas de Balmes 243.
En este bloque de preguntas hay respuestas que chirrían. Aunque Sánchez dice que Hill Prados no ha colaborado con él antes del plazo de nueve meses, lo cierto es que en 2013 hay registrado un pago de 1.500 euros de sus empresas a un acreedor de Hill Prados. Además, Sánchez admite que Hill Prados firmó un contrato de Subrogalia, a pesar de ser un ‘freelance’ sin poder notarial.
*****
P.: ¿Qué hacía Hill Prados en tu empresa?
R.: Yo le contraté como ‘freelance’ externo aprovechando su experiencia en el sector.
P.: ¿Por qué pensaste que Hill Prados podía ayudarte en el negocio de los vientres de alquiler?
R.: Porque tiene experiencia en las adopciones. Tengo que reconocer que era un cabeza, su trabajo estaba muy bien.
P.: ¿Cuánto tiempo ha estado trabajando para ti?
R.: Unos… 8 ó 9 meses.
P.: ¿Todos los ‘freelance’ tienen plena libertad de movimientos en tus oficinas?
R.: A los ‘freelance’ les ofrezco las herramientas para que trabajen, yo no puedo controlar sus vidas. Obviamente si mis trabajadores ven a un señor que ha estado en la cárcel dos veces es normal que hablen, pero eso no me importa, tengo la conciencia tranquila.
P.: ¿Y también pueden firmar contratos a nombre de tus empresas?
R.: Hill Prados firmó solo una vez, con un cliente de Subrogalia. Yo no estaba en la oficina, estaba casi vacía, así que le pedí que lo firmara él. Inocente de mí.
P.: ¿Cómo puede ser que un externo firme un contrato a tu nombre?
R.: Si el administrador te lo permite, no hay ningún problema.
P.: O sea, que en algún momento le otorgaste un poder.
R.: No, no, fue una urgencia, no tuvo un poder notarial.
P.: ¿Cómo puede ser eso? Si yo fuera cliente, no me fiaría de un contrato firmado por alguien que ni está en plantilla de la empresa.
R.: El contrato estaba bien redactado, tenía el NIF de la empresa… No había intención de engañar.
P.: ¿Hill Prados no gestiona los vientres de alquiler en Rusia y Ucrania?
R.: En su momento sí, por eso le pedí asesoramiento.
P.: Su hijo Andreu es quien dirige la oficina de Rusia.
R.: Sí, porque él habla ruso. Constituyó la empresa y gestionó la plantilla allí.
P.: ¿Sigue siendo tu empleado?
R.: Sí.
P.: ¿También le vas a despedir?
R.: Sí.
Favores después de la cárcel
P.: ¿Cuánto le pagaste a Hill Prados en el tiempo que dices que trabajó para ti?
R.: Calculo que… no sé, como 32.000 euros.
P.: ¿En 8 ó 9 meses?
R.: Hablo profesionalmente, sí que es verdad que desde que salió de la cárcel le he ido pidiendo algún favor, aunque yo no le podía pagar nada. Ten en cuenta que salía de la residencia de menores y era un momento muy complicado. Yo no he tenido nunca pudor en ayudarle, en decirle: “Toma, mil euros”.
P.: ¿Cómo facturaba José María Hill Prados sus servicios? ¿Es autónomo?
R.: Yo sabía que él tenía deudas con algunos socios. Él me mandaba facturas y yo se las pagaba. A veces me decía: “Oye, esta factura no me la pagues a mí, sino a tal persona”. Y yo se la pagaba a la otra persona, no había ningún problema.
P.: ¿Por qué pagaste 1.500 euros desde una de tus empresas a un acreedor personal de Hill Prados?
R.: Como con las otras veces; él me dijo que, en vez de cobrar directamente, le pagase a estas personas a las que debía dinero.
P.: ¿Cómo justificas esto ante Hacienda?
R.: Cuando haces un favor, haces un favor. Hay favores que te pueden pasar factura en el futuro.
P.: Hacienda podría preguntarte por estas transacciones.
R.: Sí (arquea las cejas).
P.: ¿Alguna vez le pagaste a él directamente?
R.: Sí.
P.: ¿En efectivo?
R.: Como la factura nunca superaba los 2.500 euros, se la pagaba en efectivo. Y si superaba los 2.500 euros, si me pedía que pagase a alguien a quien debiese dinero, pues lo que sobrase se lo pagaba a él directamente y ya está.
P.: Es la primera vez que reconoces una relación con Hill Prados o con sus hijos después de salir de la cárcel. Has mentido a los medios de comunicación, a nosotros también.
R.: Sí, lo lamento.
P.: Pues ahí va otra vez la pregunta: ¿cuál es exactamente tu relación con Hill Prados desde que salió de la cárcel?
R.: Yo le hundí la vida tanto a él como a sus hijos. Darles trabajo es la forma de disculparme. Obviamente cuando me entero de todo esto me siento decepcionado; no me ha quedado otra que darle la patada y seguir con mis historias.
P.: Hill Prados estaba en tus oficinas todos los días, lo dicen tus empleados.
R.: ¿Qué empleados? ¿Empleados que están despedidos?
P.: Su testimonio no tiene menos valor porque les hayas despedido.
R.: Cierto, pero a ellos les fastidia que les haya despedido una persona joven y no el típico director de recursos humanos de 40 años. Mi problema ha sido siempre que soy muy directo. Con esto me he ganado enemigos.
P.: Los de la agencia de México, que gestionaban embarazos para Subrogalia, dicen que negociaban directamente Hill Prados.
R.: No, y esa agencia la vamos a demandar porque han estafado a varias personas. Quizá saben que va a llegar la demanda y por eso dicen lo de José María, porque es la forma de hacerme daño. Yo gestiono el 100%. ¿Que he podido preguntar a Hill Prados? Como a otros muchos abogados.
P.: ¿A cuántos has despedido en los últimos años?
R.: A partir de los reportajes de El Confidencial mi facturación ha bajado y me he visto forzado a reestructurar la compañía. De 120 empleados he pasado a tener 35, y de tener 21 empresas a pasar a tener 10.
*****
Dídac achaca a la caída de la facturación los recortes de plantilla de sus empresas y se le quiebra la voz al recordarlo. La mayor parte de sus extrabajadores, sin embargo, creen que han sido purgados, ya sea por hacer preguntas incómodas o porque disponen de información que puede dañar el prestigio del grupo empresarial. Muchos se han ido motu proprio. Después de que Sánchez admita que Hill Prados tenía libertad de movimiento en sus empresas y que inclusó firmó un contrato, consideramos que la versión de los exempleados siempre se ha ajustado más a la realidad que la de Sánchez.
Sánchez acusó a Hill Prados de abusar sexualmente de él cuando era un niño y fue encarcelado. También le acusaron de abuso sus hijos adoptivos, aunque posteriormente todos se desdijeron. Agarrado a este mantra, Sánchez explica cualquier relación con Hill Prados como “favores” que les hace para compensarles por su mentira. La justicia nunca aceptó la nueva versión de Sánchez y Hill Prados cumplió íntegramente la condena.
*****
P.: ¿Hill Prados viajaba contigo cuando visitabas las oficinas en el extranjero?
R.: No, él por lo que tengo entendido no puede viajar por problemas legales.
P.: ¿Entonces Hill Prados no ha vuelto a pisar tus oficinas desde las denuncias?
R.: No, de hecho desde que publicasteis vuestro reportaje [hace nueve meses, el tiempo que antes ha dicho que lleva colaborando con él] he ido dándole menos trabajo.
P.: ¿Crees que alguno de tus trabajadores puede haber sido también sexualmente abusado por Hill Prados?
R.: No, que yo sepa no. Que a él le gustan los chicos, sí, eso lo sabe todo el mundo, pero no con mis trabajadores. De hecho he reformado prácticamente toda la plantilla de trabajadores, empezar de cero, para distanciarme lo máximo de este tema.
P.: Desde que publicamos los reportajes, la presencia de Hill Prados en la red casi ha desaparecido, aunque algunos de sus dominios siguen perteneciéndote. ¿Ese servicio se lo facilitaste tú?
R.: Sí.
P.: ¿Gratis?
R.: Del mismo modo que yo quise eliminar mi información de internet, también lo hice con él sin coste alguno. Él antes acudió a una de las empresas de la competencia y, cuando no lo consiguió, recurrió a mí.
P.: ¿Por qué posees el dominio ‘titohill.com’?
R.: Porque quería montar una discoteca.
P.: ¿Por qué tus empresas son un calco de los sectores en los que operaba Hill Prados?
R.: Obviamente he visto negocios que él tenía y he pensado que alguno podía funcionar, pero nada más.
P.: Las marcas de algunas de las empresas que regentaba Hill Prados están registradas a tu nombre.
R.: Lo hice como un favor.
P.: ¿Un favor?
R.: Sí, porque a Hill Prados y a su familia le destrocé la vida.
P.: ¿Tienes trato con todos ellos?
R.: Con José María y su hijo Andreu, con los otros no.
P.: ¿Por qué la marca Subastalia está registrada por la familia Hill Prados si es una empresa tuya?
R.: Por lo mismo, porque yo les hice el favor de registrar esa marca y después se la cedí. lo mismo hice con Passionware, que la constituí yo y se la cedí a uno de los hijos, porque ellos no tenían dinero para ir al notario.
P.: ¿Y no sería más fácil prestarles el dinero para que el pago lo hagan ellos?
R.: (Lo piensa) Sí. Es que jamás en la vida pensé que pasaría esto.
P.: Te vamos a citar unas declaraciones de 1996. Son de la Directora General de Protección de la Infancia de Cataluña. Esto es lo que dice sobre ‘Padres para siempre’, la asociación de Hill Prados para las adopciones: “Siempre se le ha denegado cualquier autorización por irregularidades muy concretas. Desde Baleares se han devuelto cuatro niños, ojalá fuese solo uno”. ¿Esto no te hizo dudar?
R.: Yo no he tenido problemas con Hill Prados a nivel profesional. Él ha tenido sus historias y yo no tengo porqué estar mirando y revisándole, yo me he guiado por el daño que he hecho. Ahora un director pasaría por Recursos Humanos, por supuesto.
P.: ¿Cuántas parejas te han demandado por Subrogalia?
R.: Que yo sepa, cuatro, no las tengo contadas. Uno porque el niño en vez de salir varón, salió mujer, otro porque según él los embriones nunca llegaron a México y los demás porque no están de acuerdo con las cantidades económicas.
P.: Una de las marcas de los Hill Prados, Cardoner, la registraste a tu nombre un año antes de que caducase.
R.: Porque había alguien que iba a registrar una marca con nombre similar. Cardener, no sé. Me pidieron que la registrase y lo hice como un favor, no miré las fechas.
P:: ¿No te parecen muchos favores para decir que no hay relación con los Hill Prados?
R.: Es mi forma de pedir perdón, pero desde luego nunca más me verás en una empresa con Hill Prados.
P.: ¿Por qué José María Hill Prados se hacía llamar Diego en tu empresa?
R.: Un día, en una reunión, alguien de broma dijo que era mi padre. De ahí Dídac-Diego, Diego-Dídac.
P.: ¿A qué se dedica tu empresa Dosdiegos y por qué ese nombre?
R.: A la asesoría contable [según el Registro Mercantil es una promotora inmobiliaria]. El nombre lo puse por mí mismo: Dídac, Diego, Dosdiegos. Ya está cerrada.
P.: ¿Temes que estas relaciones puedan tener consecuencias legales para ti en el futuro?
R.: Me dan absolutamente igual las consecuencias legales, lo que no quiero es que perjudique a mis empresas y a mi vida, no quiero saber nada de él.
P.: ¿Tienes miedo de José María Hill Prados?
R.: (Lo piensa mucho) Yo no le tengo miedo a José María, él es quien debería tener miedo a las consecuencias de la gente. Yo ya pagué mi error y quiero ser libre.
*****
El motivo por el que el año pasado decidimos investigar a Dídac Sánchez fueron sus declaraciones. En una entrevista con El Mundo aseguró facturar 50 millones de euros al año, una cifra que no nos encajaba para ser un emprendedor completamente desconocido. Solo después apareció la figura de Hill Prados tras la cortina.
¿Puede un joven sin estudios, dinero ni inversores crear un imperio en dos años? ¿Es normal que alguien de 18 años funde, en un mismo día, un bufete legal y una empresas de vientres de alquiler? ¿Cómo se mantiene —y se amplía— un grupo empresarial cuando pierdes dinero con casi todos los negocios?
*****
P.: ¿Ha invertido Hill Prados alguna vez en tus negocios?
R.: Nunca. Él no tiene nada… al menos lo que yo he visto.
P.: ¿Y de dónde sacaste el dinero para comenzar?
R.: Pedí un crédito a Cofidis. Me ha costado mucho, he tenido que cerrar alguna empresa, incluso alguna con concurso de acreedores. No todo me ha ido bien.
P.: De la famosa facturación de 50 millones que te lanzó al estrellato en los medios… ¿cuánto calculas, ahora, que es verdad?
R.: Hmmm… 25 millones. El resto eran ganas de facturar, yo mismo se lo avisé a los de El Mundo.
P.: De tu bufete legal, Legisdalia, dijiste que facturaba 3 millones de euros, lo que te hubiera colocado en el ‘top 30’ de bufetes españoles. Las únicas cuentas que has depositado en el Registro dicen que ingresaste solo 26.000 euros.
R.: La mayor parte de la facturación que preveía se perdió.
P.: Decías que tu clínica, Iegra Tres Torres, facturaba 4,9 millones de euros. Nunca has depositado las cuentas, pero te la ha cerrado Sanidad por operar un año y medio sin licencia.
R.: Sí. Yo cojo una clínica con licencia y no puedo cambiar la titularidad. Incluso se me ha pedido dinero para obtener la licencia.
P.: ¿Quién te ha pedido dinero? ¿La Generalitat?
R.: Cuando ponga la demanda por prevaricación, hablaré.
P.: Tu otra clínica, Hilton, ¿ha estado alguna vez abierta?
R.: Lo estuvo en México y un tiempo en Barcelona, pero la tuve que cerrar por lo mismo: Sanidad.
Pérdidas y lujo
P.: Según los datos del Registro Mercantil, sumando todos los balances de tus empresas has facturado 2,4 millones de euros en los últimos dos ejercicios.
R.: Yo te puedo decir que la realidad es distinta, lo que pasa es que me guardo la privacidad de mis cuentas, porque la gente es muy mala. De hecho, a día de hoy voy con guardaespaldas porque tengo miedo, porque los medios dicen que tengo mucho dinero.
P.: ¡Tú has recurrido a la prensa, no ella a ti!
R.: Te juro por dios que si hubiera sabido la que se iba a liar, todo este escándalo, jamás hubiera ido a la prensa. Lo hice por lo bien que van mis empresas, no para que se hable de Dídac Sánchez.
P.: No nos has contestado a la pregunta anterior. 2,4 millones de facturación entre todas tus empresas durante 2013 y 2014. ¿Lo confirmas?
R.: Sí.
P.: Entonces lo que sostienes es que de 2,4 millones (lo que se puede comprobar) pasas a 25 millones de facturación en un año. Es como el milagro de los panes y los peces.
R.: En España pierdo dinero, por eso me enfoco en otros países que me dan las oportunidades que España me niega. Con lo que gano fuera he podido invertir en España.
P.: ¿Cuáles son esas empresas del extranjero?
R.: No las conoce nadie prácticamente, porque tienen su administradores y tengo todo el derecho a tener mi privacidad y a que no todo el mundo sepa si tengo una empresa en China o en Japón.
P.: ¿En los países en los que operas tienes sedes?
R.: Hmm… colaboradores. Algunas sedes son de colaboradores, aunque nosotros tenemos acciones.
P.: Ninguno de estos negocios, que supuestamente facturan 23 millones de euros, tiene página web.
R.: Una sociedad mercantil no tiene porqué tener página web.
P.: Si sumamos todos los balances de tus empresas vemos que pierdes dinero.
R.: Cierto.
P.: ¿Cómo llevas un tren de vida tan alto si pierdes dinero en España?
R.: No es un tren tan alto, pero obviamente no he tenido la infancia que han tenido otros y, cuando los negocios van bien, te apetece conducir un buen coche, llevar un traje bueno, ir de fiesta… tener la vida que no has podido vivir. Creo que en parte la mayoría de las cosas las he hecho por rabia con mi pasado.
P.: Te paseabas por Barcelona con un Ferrari.
R.: Sí, lo he vendido hace un año.
P.: Es uno de los coches más caros del mercado; permíteme que insista: pierdes dinero.
R.: Fuera de España lo gano. Además, un Ferrari puede comprarse financiado.
Una semana buscando vientre de alquiler en España: así crece el negocio de las agencias
Por María Zuil
06/10/2018
El Confidencial
En un portal de la comercial calle Bravo Murillo, a su paso por el madrileño barrio de Chamberí, un pequeño cartel avisa de un negocio poco convencional. En el primer piso de un edificio de viviendas está Surrobaby, una agencia que realiza los trámites para contratar gestación subrogada en el extranjero.
Cuando llamo al timbre, la chica que abre se sorprende. “No suelen venir sin pedir cita”, reconoce. Aun así, se muestra dispuesta a informarme de los distintos planes que tienen para contratar un vientre de alquiler en los países en los que es legal. Primero, acota con un pequeño test según las circunstancias personales que le facilito. Casada, heterosexual, y sin aportar mis propios óvulos. “Con esto se abren más posibilidades”, me informa justo antes de recomendarme Georgia, donde al igual que Ucrania las parejas gais no pueden contratar. “Ucrania ya no lo aconsejamos por lo que ha estado pasando… Y la legislación es muy similar”, reconoce en una sala con fotografías de los bebés que han ayudado a traer a España.
Justo en ese momento aparece una compañera que ejerce como enlace en Ucrania, y me aclara dudas sobre el proceso: “Tendréis que rellenar un formulario con las características físicas que queráis de la madre gestante, y luego se os mandarán perfiles para que elijáis”, explica. “En algunos países como en Estados Unidos, la gestante también os tiene que aceptar, tiene que producirse el ‘match'”, bromea.
Esta agencia lleva cinco años asesorando a parejas o personas solteras que quieren acudir al extranjero a contratar un vientre de alquiler. En su caso, empezaron con el negocio después de la avalancha de personas interesadas que tuvo Javier Cantero, su fundador, tras aparecer en un programa de televisión que le acompañó a recoger a su segunda hija a Chicago.
Pero no son los únicos, al menos una veintena de agencias similares operan en España en un limbo jurídico que les permite desde asesorar, informar, gestionar o en algunos casos hasta cobrar por todo el servicio de una actividad que es ilegal en España. La mayoría, como en el caso de Surrobaby, son padres que pasaron por estos trámites con anterioridad y que han encontrado en ayudar a otros una oportunidad de negocio. Pero también hay despachos de abogados que han visto un filón en coordinarse con las agencias y clínicas de los países más populares en vientres de alquiler a cambio de una comisión.
Packs con niñera y capazo
En el caso de Surrobaby, los honorarios por acompañar y asesorar en todo el proceso de elección de clínica, gestante, pruebas, viajes y registro del bebé oscilan entre los 3.000 y los 4.000 euros, según el país. Si se les vuelve a elegir para un segundo hijo ofrecen un descuento de 1.500 euros.
Tanto Surrobaby como Go4Baby —otra empresa de Madrid fundada por otro padre que recurrió a un vientre de alquiler— publicitan distintos ‘packs’, de estándar a premium, con precio cerrado. En función de cada bolsillo se pueden elegir servicios como la elección del sexo del bebé, una niñera o un capazo. Otros gastos, como compensar a la gestante si tiene mellizos, van aparte (y ascienden hasta los tres mil euros).
“En nuestros programas hay dos partes diferenciadas. Primero, los servicios que damos en España de información y de enlace con las agencias y clínicas ucranianas y georgianas”, explica David Monje, fundador de Go4baby. “Y luego una vez allí tenemos un equipo local de personas a su disposición para acompañarlos durante su estancia”. Esta empresa trabaja con Biotexcom, la polémica clínica ucraniana que provocó el colapso de pasaportes para los recién nacidos de 30 familias españolas.
Aunque los publiciten, la mayoría de estas agencias no cobran por el coste total de los programas. De hecho, los ‘packs’ se repiten de una agencia a otra porque realmente los elaboran las agencias extranjeras, pero son publicitados aquí. El motivo es que el tipo de contrato y a nombre de quién vayan las facturas delimita la diferencia entre algo legal e ilegal, según el abogado especializado en gestación subrogada Ricardo de la Rosa. “En España no se puede funcionar como agencia, aunque muchas utilicen este nombre. Una agencia es la que te cobra todo y luego ellos van pagando a la clínica, a la gestante… Y eso supondría asumir una serie de responsabilidades que pueden acarrear consecuencias legales si algo va mal. Además, necesitarían una serie de licencias. Si por ejemplo te gestionan los viajes, necesitan una licencia de agencia de viajes, no pueden hacerlo así como así”.
La empresa Gestlife sí parece sobrepasar ese límite. Como reconocen en una consulta a través de su chat, todos los pagos se hacen directamente con ellos. De hecho, cuentan con filiales de la empresa en distintos países, y en su web se jactan de diferenciarse del resto por llevar todo a cabo ellos mismos: “Gestlife a diferencia de la mayoría de ‘agencias’ que ‘venden’ programas de clínicas ucranianas, no somos intermediarios. Nuestro grupo posee una clínica propia en Ucrania, unas oficinas propias con más de 40 empleados (acompañantes, encargados de asistencia, conductores, traductores, psicóloga, pediatra etc…), apartamentos propios totalmente habilitados para los padres con servicio 24 horas al día…”.
Aunque en su web presumen de ser un despacho de abogados de reconocido prestigio “con sus datos públicamente visibles” —”Desconfíe de quien se esconde para que usted no sepa quiénes son realmente”—, no resulta fácil ver quién se esconde detrás de esta empresa realmente. En su web aparece una firma escocesa —Invest Medical LLP— pero quien figura como único accionista de la empresa Gestlife Solutions SL es Dídac Sánchez, el joven empresario catalán que salió a la luz pública tras ser condenado a indemnizar a varias parejas con otra agencia de gestación subrogada: Subrogalia.
De hecho, al llamar a ambas empresas —Subrogalia sigue en funcionamiento a pesar de que anunció que la disolvería— la misma chica contesta al teléfono y afirma “no tener forma de contactar con Dídac”, por lo que no se le ha podido preguntar por las informaciones de su web. También aseguran que Gestlife ha sido vendida a unos escoceses, aunque él sigue figurando como accionista en el registro mercantil.
Algunas de las ofertas con las que intentan diferenciarse del resto no tienen desperdicio: “Lamentablemente, a partir del 7º mes, todas las agencias consideran que si el bebé nace prematuramente, y fallece, el programa se ha cumplido. Y usted se queda sin niño y sin dinero. Gestlife es la única empresa que cubre esta terrible contingencia, garantizándole el reinicio del mismo”. Aunque este es un “servicio” premium, las pasadas navidades lanzaron una promoción que la incluía de manera gratuita en sus programas estándar, junto con la indemnización a la familia de la mujer gestante si esta moría en el parto.
En enero de este año, Dídac Sánchez fue condenado a pagar 88.000 euros en concepto de indemnización a tres parejas que contrataron a Subrogalia por “incumplimientos graves y culpables” y todavía tiene juicios en marcha. También tuvo que cerrar una clínica de reproducción asistida por carecer de licencia. Pero todo esto no le ha impedido abrir una nueva mercantil con el mismo tipo de actividad.
Algunas ofrecen préstamos
Desde la asociación Son Nuestros Hijos, que defiende la postura de las familias por gestación subrogada, señalan que no todas estas agencias son iguales y piden una regulación con garantías que ampare esta actividad. “Creemos que las agencias cumplen una función en este camino lleno de inseguridades, dada la falta de regulación. Hemos constatado que hay agencias que no cumplen lo que consideramos que son una serie de criterios éticos, pero muchas sí lo hacen”, afirma Marcos Jornet, portavoz de la asociación.
En la agencia Interfertility, una de las que más facturan del sector —más de medio millón de euros en 2017— huyen de la palabra agencia precisamente por este motivo: “Nosotros solo asesoramos y acompañamos durante el proceso, y nos llevamos unos honorarios muy reducidos, de unos 3.500 euros por un contrato de asesoramiento. Luego cada pareja firma contratos con la gestante o la agencia local por su cuenta”, explica Santiago Agustín, psicólogo de formación, que fundó la sociedad junto a un socio biólogo. Desde 2013 han asesorado a 350 familias y emplean a tiempo completo a 14 personas.
Casi todas las agencias tienen en su plantilla personal originario de los distintos países donde la gestación es legal, sobre todo en Ucrania, muy popular por sus bajos costes, Estados Unidos o Canadá. Además, si no están directamente montadas por despachos de abogados, suelen contar con un equipo legal para otro de los trámites por los que más facturan: los juicios para que España reconozca a un bebé fruto “de una relación extramatrimonial” en el extranjero. En Surrobaby cobran solo por esta contingencia 2.000 euros.
Otras, como Surroconexión ofrecen los servicios de asesoramiento de manera gratuita a los clientes, y cobran su comisión de las agencias extranjeras y clínicas que recomiendan. Hugo Albornoz va a ser padre soltero asesorado por esta empresa en menos de dos semanas, cuando viajará a Chicago: “Veía las webs con los ‘packs’, el todo incluido… y la verdad es que me olía muy mal, y con ellos he elegido en todo momento lo que quería, sin obligarme a nada”, afirma este empresario en telecomunicaciones.
Un claro ejemplo de la imagen de mercadeo que proyectan a menudo estas empresas son los anuncios de financiación para costear el gasto de tener un bebé por vientre de alquiler. La Asociación Española de Gestación Subrogada, por ejemplo, ofrece préstamos personales “de forma rápida” de entre 20 y 60.000 euros.
Un proceso completo de gestación subrogada puede abarcar un rango tan amplio como de 40.000 euros (en Ucrania o Georgia) a 240.000 (en Estados Unidos). En cada país hay que tener en cuenta las diferencias en la legislación, los plazos y los trámites para inscribir luego al bebé en España, que junto a los vuelos encarece más o menos el proceso. También la carga genética que se utiliza: si la pareja puede aportar sus gametos o si por el contrario hay que buscar también una donante de óvulos.
Limbo jurídico
En España, la Ley de Reproducción Asistida de 2006 recoge que los contratos de maternidad subrogada son nulos de pleno derecho, pero según los expertos esto no impide que una constelación de empresas lleven de manera creciente desde 2012 facilitando estos servicios en España. De hecho, la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo reconoció hace unas semanas sobre estas agencias que “habrá que analizar en qué marco legal se mueven y, si traspasan algún límite en algún asunto que interfiera con la legislación española, se podría actuar”.
Desde Son Nuestros Hijos defienden la labor de estas agencias y su paraguas legal: “El contrato que es nulo es el de la gestante y la familia, no el de prestación de asesoría en las múltiples facetas que hay”.
El catedrático en Derecho constitucional y reconocido feminista, Octavio Salazar, coincide en esta percepción legal, que cree debe corregirse: “En nuestro ordenamiento no hay ninguna norma que sancione o penalice cualquier actividad sobre este tipo de contratos. Deberíamos prever que si no admitimos los vientres de alquiler no podemos permitir la perversión de que actúen con absoluta libertad estos despachos, asesorías y agencias llevándose un lucro de esto”.
“Es igual que la compra de órganos, que aquí está prohibida y es impensable que hubiera agencias que se dedican a gestionarlo en el extranjero”, continúa. De hecho, hace unos días 300 organizaciones de 17 países diferentes firmaron un comunicado pidiendo la prohibición internacional de los vientres de alquiler como manera de combatir su proliferación, una medida con la que coincide la ministra. Según Carcedo, la forma más eficaz y útil de resolver el problema es contar con una regulación internacional que declare ilegales estos convenios entre países, “en el mismo plano en que lo están tanto la venta de órganos como la prohibición de venta de niños”.
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