La red de Alex Saab en Colombia usada para sus negocios en Venezuela

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Por: David Tarazona, Andrea Rincón y Andrés Pacheco de Cuestión Pública en alianza con CONNECTAS
cuestionpublica.com

Cuestión Pública y CONNECTAS revelan la red del barranquillero en Colombia antes de su captura en Cabo Verde: desde importaciones y exportaciones irregulares hasta presunto lavado y posibles testaferros que apuntó la Fiscalía.

Cinco habitaciones que son tan grandes como una casa. Una sala de spa. Dos piscinas. Cinco baños. Un cine. Y hasta una cancha de tenis. Así es la mansión de Alex Saab en el barrio Riomar, en Barranquilla, la residencia de la que gozaba desde 2017 cuando él y su red aún cerraban los negocios multimillonarios con el chavismo que primero lo convirtieron en un hombre influyente y, luego, lo llevaron a la prisión. “No es precisamente un inmueble común y corriente; corresponde a una mansión suntuosa”, definió la Fiscalía que investiga su patrimonio en Colombia.

Cuestión Pública tocó las puertas de esa vivienda de 3.800 metros cuadrados construida por el empresario que fue incautada por la justicia tres años después. Aunque Saab ya no reside desde hace años en Barranquilla, la casa está desocupada y aún sin nuevo dueño. Ahora, la residencia acoge a los empleados designados por el Estado para el cuidado de la propiedad, que detallaron varios de los lujos antes mencionados. Desde las alturas se puede observar una casa de muñecas de tamaño real que se levanta en el patio.

Saab es una ficha clave de Maduro para coordinar negocios de viviendas, petróleo, oro y alimentos. Hoy está preso en Cabo Verde (África) donde enfrenta un proceso para definir si será extraditado a Estados Unidos, que lo acusó de lavado de activos provenientes de sobornos a través de bancos estadounidenses e importaciones ficticias a Venezuela. El perfil internacional de Alex Saab y sus negocios con el régimen venezolano se han llevado la atención de los medios en los últimos años. Pero poco se conoce de sus negocios en Colombia.

Como prófugo de los Estados Unidos y también temporalmente de Colombia -entre 2018 y 2019-, Saab dejó huellas que desnudaron el engranaje de sociedades que mantuvo durante las últimas décadas en el país, mientras su fortuna se multiplicaba, alimentada por los negocios con el chavismo. A medida que Estados Unidos avanzaba a paso firme con investigaciones sobre lavado y su patrimonio, la justicia colombiana apenas dio los primeros avances sobre sus compañías en el país que están sospechadas de haber cometido distintos ilícitos.

Presuntas exportaciones ficticias entre empresas registradas en suelo colombiano, posible lavado de activos con inmuebles y compañías ‘zombies’ que siguen operando pese a haber sido declaradas como inexistentes o disueltas son algunos de los hallazgos de esta investigación de Cuestión Pública y CONNECTAS, con el apoyo del International Center for Journalists (ICFJ). Su casona de Barranquilla es una tuerca de este engranaje de sociedades de papel, pues la empresa propietaria está acusada de blanquear dinero que podría ser proveniente de la corrupción chavista.

La casa tomada

La mansión fue construida sobre cuatro predios comprados por Promotora Dubera S.A.S., empresa acusada por la Fiscalía de “presuntamente lavar activos” con el fin de legalizar recursos ilícitos obtenidos por la “organización criminal” de Saab. Julio Cesar Ruiz Maestre fue el gerente y único accionista desde que la sociedad se constituyó en 2016 hasta cuando cayó en proceso de extinción de dominio en 2020. Ruiz Maestre fue señalado por el ente investigador como presunto testaferro de Saab. Además, era su “socio y el encargado de las finanzas y la legalización de las empresas a nivel nacional e internacional”, según el Departamento de Justicia de EE. UU.

Para la Fiscalía colombiana, según documentos a los que accedió Cuestión Pública vía derecho de petición, Ruiz Maestre no presentaba un perfil financiero ni patrimonial con capacidad para adquirir bienes valorados en más de $8.000 millones sobre los que se construyó la casa de Saab, que una vez terminada se cotizó en más de $23.000 millones, según el ente acusador (casi 6 millones de dólares).

La mansión de Riomar es la joya de Saab en Colombia. Ni siquiera las lujosas propiedades que ha tenido -directa o indirectamente- en Italia superan el valor de su mansión en Barranquilla. Por ejemplo, en noviembre de 2019, la justicia italiana incautó un apartamento en Roma que, aunque estaba a nombre de Camilla Fabri, esposa de Saab, fue comprado con el dinero del barranquillero, según la Policía de ese país. El apartamento, ubicado en el mismo edificio donde también está la joyería Bulgari, costó 4.7 millones de euros, según el medio italiano Il Tempo. La mansión de Riomar lo supera en valor.

Para construir esta casona barranquillera, Dubera compró cuatro lotes , en tres transacciones distintas, entre marzo y agosto de 2017 por un total de $5.029.000.000 (1.287.148 dólares). Dos de ellos fueron adquiridos el 1° de marzo de 2017 a Isracol S.A., una empresa panameña de un ciudadano israelí que vivía en Cartagena. El negocio lo concretó Mario García, descrito como “abogado del comprador” por el israelí, según el expediente de extinción de dominio de la Fiscalía. Si bien en documentos de la Superintendencia de Notariado y Registro, Isracol le vendió los lotes a Dubera, registrada en Barranquilla, en un chat entre el ciudadano extranjero y el abogado García, este último le dijo que “el accionista de Dubera es Heimdall q (sic) es una sociedad en Panamá y el accionista de Heimdall es Jorge Wurms”.

En la conversación de Whatsapp, que está en manos de la Fiscalía, García le adjunta al ciudadano un pasaporte suizo de Wurms. El periodista Roberto Deniz reveló en Armando Info que Wurms está asociado a la red internacional de Saab. Por otra parte, Mario García, además de haber sido asesor legal de Alex Saab, en 2013, constituyó y fue accionista de Golden Sun Trading, empresa vinculada a la red del empresario barranquillero.

La agente inmobiliaria que cerró el negocio de la mansión de Riomar fue Regina Rosales. Ante las insistentes preguntas del israelí sobre quién viviría en el lote, Rosales le respondió con evasivas en otro chat de Whatsapp que conoció esta alianza: “muy buen cliente y es barranquillero, conocido de varios vecinos (…) Me pidió reserva hasta adelantar el negocio”.

Se buscó tener la versión de los hechos de Julio César Ruiz Maestre a través de su abogado Julio Gutiérrez y de su correo electrónico. Su apoderado inicialmente respondió algunas preguntas, pero frente a un cuestionario sobre las acusaciones de la Fiscalía, como ser el presunto testaferro de Saab, dijo que debía consultar a su cliente y no volvió a contestar.

Saab habría construido su mansión de Riomar en respuesta a un desaire de su exesposa -Cynthia Certain- y del exclusivo Country Club de Barranquilla, que le habría negado la entrada a jugar tenis a su joven esposa italiana, la modelo Camilla Fabri, según el libro Alex Saab de Gerardo Reyes. Esto al parecer enfureció al empresario barranquillero que habría decidido construir la mansión con una imponente cancha de tenis en el techo para la italiana Fabri.

Los ilusionistas

Mientras Dubera adquiría los lotes para la mansión de Riomar, en mayo de 2017 también le compró a la empresa Golden Sun Trading un lujoso apartamento en el piso 10 del edificio Bellagio de Barranquilla por 2.000 millones de pesos (517.000 dólares), de acuerdo a documentos inmobiliarios obtenidos para esta investigación. En el expediente de la Fiscalía, no hay una atención especial a esta transacción entre Dubera y Golden Sun. La operación la concretaron Ruiz Maestre, representante de Dubera, y Amir Luis Saab Morán, hermano de Alex y representante legal de Golden Sun.

Según un trabajador del edificio, Alex Saab y su exesposa Cynthia Certain vivieron allí con sus tres hijos entre 2014 y 2015 en dos apartamentos distintos: él con sus dos hijos mayores en uno y ella con el menor en otro.

Tres años después de estas transacciones inmobiliarias y sin poder explicar de dónde provenía su capital, Promotora Dubera llegó a reportar activos por 18.326.145.000 de pesos en 2019 (4.690.488 de dólares), según consta en los registros públicos. “Esta empresa ha aumentado sus activos de una forma desproporcionada, sin observarse cuál ha sido su éxito económico en proyectos inmobiliarios desarrollados. Los hechos permiten (…) establecer muy posiblemente una operación de lavado de activos”, sostuvo la Fiscalía, que agregó que las autoridades de EE. UU. también la tenían en la mira por presuntas actividades ilícitas.

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