Por Marcos David Valverde
armando.info
Van sin pausas pero, contrariamente a lo que establece el refrán, con mucha prisa. La familia Mussa, en el estado Bolívar ha logrado desde finales de 2020 y en plena pandemia de coronavirus multiplicar una red de farmacias tras una fulgurante carrera empresarial a la sombra del antiguo gobernador y críticas por llevar a cabo prácticas reñidas con la ética empresarial y farmacéutica
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española sintetiza como “rápido y a presión” el significado de exprés en su primera acepción. Así ha sido el surgimiento de una cadena de farmacias que lleva adosado este adjetivo aunque en su versión anglosajona, Farmacia Insumos Express, en Ciudad Bolívar, capital del estado Bolívar al sur de Venezuela.
La agricultura, la ganadería, la pesca y, en menor medida, el turismo, las principales potencialidades de esta localidad, no han podido recuperar la deprimida economía de la región, menoscabada definitivamente con la parálisis comercial que impuso la pandemia de la Covid-19. En ese contexto, la multiplicación de locales de este grupo farmacéutico ha despertado no solo suspicacias entre sus colegas sino también, en varios casos, flamígeras protestas ante varias autoridades.
Entre noviembre de 2020 y mayo de 2021, lo que tuvo como génesis una pequeña sede y luego una droguería, de pronto y sin remedio brotó en la capital bolivarense y mutó a la cadena de farmacias, cinco en total y una en proceso de apertura, levantando protestas del sector comercial bolivarense que señala prácticas de competencia desleal y faltas al Reglamento de Establecimientos Farmacéuticos, irregularidades en las importaciones de medicinas e inconsistencias numéricas en los registros mercantiles de la empresa.
Se trata de un destello de actualidad que en la economía local trajo al recuerdo el origen del encumbramiento patrimonial de los dueños de la cadena, la familia Mussa, de la mano de Francisco Rangel Gómez, exgobernador de la región cercano a Hugo Chávez, hoy desaparecido de la vida pública y sancionado por Canadá y Estados Unidos.
Integración y contratos
Empero, no fue exclusivamente con la gestión de la Gobernación de Bolívar que entre 2004 y 2017, y ensalzada en la propaganda oficial con el lema “Integración y progreso”, dirigió Rangel Gómez, que Omar (1960), Yamila (1965) y Amir (1976), los hermanos Mussa Salim, se volvieron una firma fija como contratistas. También con quien es alcalde de Ciudad Bolívar desde diciembre de 2013, Sergio Hernández, el clan ha sido favorecido con adjudicaciones de varias obras.
De una vida empresarial relativamente modesta y prácticamente desconocida en la que el patriarca de la familia era propietario de una pequeña joyería en el área comercial del Casco Histórico de Ciudad Bolívar, y en cuya sede, por cierto, funcionó la primera de las farmacias, con la gestión de Rangel Gómez los hermanos encontraron el impulso para sus finanzas.
Desde 2008, la gallina de los huevos de oro de los Mussa fue una asociación cooperativa registrada como sociedad de responsabilidad limitada cuyo nombre es El Rendidor 2021, dedicada a la “construcción civil en general”.
Entre 2009 y 2016 hubo al menos 113 contratos a nombre de esta empresa con la Gobernación. Los servicios que prestaron fueron amplios, a juzgar por las descripciones de los expedientes, en los que están registrados asuntos tan básicos como desmalezamientos y refacciones en escuelas, hasta otros de mayor calado, como asfaltado en varias ciudades del estado y reparaciones sanitarias en el Hospital Universitario Ruiz y Páez.
En menor medida, esto en cuanto a la cantidad de contratos, está Rimar, C.A. Aunque registrada en Puerto Ayacucho, estado Amazonas, y dedicada a “lo relativo a la compra y venta de comercio en general al mayor y al detal de víveres, hotel, restaurante, tasca, bar, licorería, importación y exportación de licores nacionales e importados”, con esta empresa, fundada en 2006, a partir de 2007 los Mussa comenzaron las contrataciones con el Estado venezolano, específicamente en el Tribunal Supremo de Justicia, el Instituto Nacional del Deporte y el Ministerio de Infraestructura.
Al menos 52 contratos sustentan el carácter utilitario de esta compañía: de la instalación del sistema de alumbrado del estacionamiento del Palacio de Justicia, en 2007, pasaron a la construcción de la pista de atletismo del Polideportivo La Paragua, en el año 2010, y a la emisión de 22 “servicios de boletos aéreos” para el equipo de voleibol Huracanes de Bolívar entre 2012 y 2013.
Además de la Gobernación de Bolívar, la mayoría de los contratos de Rimar estuvieron adjudicados en 2015 por la Alcaldía de Heres. La misma de Sergio Hernández, primera autoridad municipal aún en 2021.
Otras empresas, como Transporte Orinokia 2020, Multiservicios y Construcciones Valescar, Asfaltos Orinokia y Concretos y Pavimentos Orinokia, aunque no hay especificaciones de contratos, estuvieron inscritas en el Registro Nacional de Contratistas.
Todas estas tuvieron su auge hasta 2017, año en el que Rangel Gómez entregó el poder a otro militar y aliado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Justo Noguera Pietri, luego de un fraude electoral perpetrado en Bolívar por el Gobierno nacional en detrimento del opositor y también exgobernador de esa región, Andrés Velásquez.
De todo, como en botica
Mientras las empresas de los hermanos Mussa crecían por los contratos, también durante los años de Rangel Gómez se constituyó el germen de Farmacia Insumos Express. Fue en 2012 y con el nombre sintetizado Insumos Express, C.A., cuyo registro de información fiscal sigue siendo el mismo que hoy conserva la red de tiendas.
En esta empresa inicial, según el documento fundacional, de mayo de 2012, en cuyas especificaciones comerciales están la importación y la exportación de equipos médicos, quirúrgicos y farmacológicos, no figuran los Mussa como socios. Están, sí, el esposo de Yamila Mussa, Gaetano Giampaolo Torres, y Lourdes Chacín Cordero.
Esta última es accionista de Droguería Clínica Médica, C.A., en cuyo historial de clientes figura principalmente la Gobernación de Delta Amacuro, estado gobernado por el chavismo desde hace 21 años:, primero por Yelitze Santaella, entre 2000 y 2008, y desde entonces hasta ahora, por Lizeta Hernández.
Desde la salida de Rangel Gómez del poder las empresas de los Mussa, al menos las creadas para servir al Estado, no registraron más movilidad. Pero ya estaba en marcha la conversión de Insumos Express en droguería y, luego, la expansión de las farmacias, lo que ocurrió a partir de octubre de 2020, cuando ya la Covid-19 se había esparcido por todo el mundo.
Inconsistencias sin remedio
“Cuando todo el mundo cerró puertas”, dice un farmacéutico de Ciudad Bolívar, “ellos (la familia Mussa) comenzaron a abrir estas farmacias”. A partir de los documentos constitutivos de las mismas, en esta nueva etapa, a nombre de Gaetano Giampaolo Torres y de Yamila Mussa, se fundamentaron las primeras denuncias de otros dueños de farmacias que sospechaban, al menos, de tráfico de influencia en los registros mercantiles de Ciudad Bolívar.
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