Por esto fue reconsiderado acuerdo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos con hijo del magnate Carlos Gill Ramírez
Carlos Gill Márquez, hijo del magnate paraguayo-venezolano Carlos Gill Ramírez, salpicado por denuncias acerca de lavado de dinero y con fuertes inversiones en Bolivia, representa a Pietro Fiorentini Spa, una empresa italiana que tiene un acuerdo de confidencialidad con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para la provisión de medidores inteligentes. Estos, con una inversión de 100 millones de dólares, sustituirían a los actuales, pese a que todavía tienen una vida útil de diez años y a que dejarían sin su fuente laboral a cientos de trabajadores.
Denuncian a Gill Ramírez
Según la web hoybolivia.com, a principios de junio, Jaime Bayly, periodista peruano en Miami, reveló que el paraguayo-venezolano Gill Ramírez presuntamente efectuaba operaciones de lavado de dinero en República Dominicana. El presentador de televisión incluyó a Gill Ramírez entre los “empresarios chavistas” junto con Carlos Aguilera, Said Aurelio Cabrera y Maximiliano Camino quienes, afirmó, habrían entregado aportes al expresidente dominicano Leonel Fernández, en pos de ser protegidos para el “lavado de dinero”. Aseguró que obtuvo esa información de fuentes de Inteligencia del Gobierno de los Estados Unidos.
Según Bayly, los cuatro venezolanos viven en “lujosas mansiones” en La Romana, una ciudad en República Dominicana conocida por sus hermosas playas. Sobre Gill Ramírez, dijo que recibió un pago irregular de 30 millones de dólares de Adrián Velásquez, empresario relacionado con el gobierno de Hugo Chávez, quien fuera detenido en España y solicitado en extradición por Venezuela, acusado de corrupción y blanqueo de dinero.
En Bolivia, el empresario Gill Ramírez invierte en la construcción de la red de teleféricos en La Paz, a través de su empresa Cotienne, subcontratista de la firma austriaca Doppelmayr, y es accionista mayoritario de las redes occidental y oriental de los ferrocarriles en Bolivia, además de ser propietario del diario La Razón.
Por estos negocios es considerado uno de los magnates de las inversiones del Estado boliviano y mantiene contactos directos con los más altos niveles de Gobierno, según reveló él mismo a los medios de comunicación. Su hijo, también empresario, forma parte del directorio de la Corporación Industrial Montana (Corimon), comandada por Gill Ramírez.
Representante de Pietro Fiorentini
Sin embargo, el nombre de Gill Márquez cobró relevancia como representante de Pietro Fiorentini, la firma italiana que tiene un acuerdo de confidencialidad con YPFB.
Gill Márquez, junto con Giovanni Asnaghi, otro de los representantes de esa empresa, firmó el Memorándum de Entendimiento (MDE) “Proyecto para infraestructura y desarrollo de tecnologías para el gas natural de Bolivia”, elaborado a partir de un acuerdo de confidencialidad que el 28 de septiembre de 2018 suscribieron los presidentes de YPFB, Oscar Barriga, y de Pietro Fiorentini, Paolo Nardi.
“La información recibida no se utilizará para otros propósitos diferentes al del Memorándum de Entendimiento (MDE), sin contar con la autorización previa y escrita de la Parte Reveladora”, señala el segundo punto del acuerdo, que nombra “Parte Reveladora” a cualquiera de las partes que entregue información a la otra.
Sobre el MDE, el acuerdo de confidencialidad contiene un punto más, el tercero, en el que indica que “cada Parte Receptora deberá limitar el acceso a la información recibida de la otra Parte Reveladora, solo a aquellos empleados que necesiten dicho acceso para poder realizar el Memorándum de Entendimiento, debiendo comunicar a estos últimos de las obligaciones asumidas en este documento”.
La empresa pública Quipus ya suscribió un acuerdo para dotar de tecnología inteligente a los actuales medidores instalados en el país, sin que sea necesario renovarlos por completo y posibilitando que el control y manejo de datos se realice en Bolivia y no en otro país.
Más acuerdos
Según un informe oral presentado por el Presidente de YPFB en abril ante la Comisión de Economía Plural de la Cámara Baja, a solicitud del diputado Horacio Poppe, la estatal petrolera firmó 11 acuerdos de confidencialidad en los últimos tres años.
El legislador chuquisaqueño solicitó este informe por la firma del memorándum de entendimiento entre YPFB y Pietro Fiorentini, a raíz del acuerdo de confidencialidad.
Este memorándum fue suscrito en pos de comprar más de un millón medidores de gas inteligentes, según denunció Poppe, por un monto de 100 millones de dólares de los recursos del Fondo Nacional del Gas (FONGAS) que debería destinarse a la reparación de los medidores existentes, pues todavía tienen una década de vida útil. Además, con esta decisión, unos 500 trabajadores que actualmente realizan la lectura se quedarían sin su fuente laboral.
Días después de que surgiera la denuncia, en diciembre del año pasado, la estatal petrolera contestó que el cambio de medidores respondía a un plan piloto y no a una decisión definitiva.
¿Qué dice el memorándum de entendimiento firmado por Gill y Barriga?
El memorándum de entendimiento firmado por Carlos Gill Marquez y Giovanni Asnaghi, representantes de Pietro Fiorentini, y por Oscar Barriga, titular de YPFB.
En el documento, se detallan cinco finalidades: analizar y/o desarrollar de manera sustentable capacidades para la producción en Bolivia de Medidores Inteligentes para la instalación en la red de distribución de Gas Natural domiciliario e industrial; analizar y/o desarrollar de manera sustentable capacidades para la producción de Medidores Multifásicos para la medición de producción de gas en pozos; desarrollar capacidades para el Monitoreo de protección catódica sobre las tuberías de la red de trasporte y/o distribución de Gas Natural; generar empleos en Bolivia y capacitar a personal en Bolivia.
El primer punto encendió la alerta entre los trabajadores petroleros, a fines del año pasado, pues YPFB, al optar por los medidores inteligentes, dejaría sin trabajo a cientos de lecturadores. Yacimientos respondió entonces que solo se trataba de un plan piloto.
En otra parte del memorándum se establecen responsabilidades de ambas partes. La primera especifica que “Pietro Fiorentini SPA otorgará en calidad de comodato/préstamo medidores a favor de YPFB para ejecutar una Prueba Piloto en Bolivia, a dicho fin YPFB asumirá los costos de desaduanización y despachos aduaneros que correspondan en territorio Boliviano”.
Además, la firma italiana, entregó otras tareas que señala el documento, “proveerá los chips de telefonía celular con el servicio de plan de datos durante el periodo de prueba para los equipos y/o medidores que lo requieran a momento de ejecutar la Prueba Piloto”.
En la parte final del documento se dispone que el memorándum “se mantendrá en vigor por un periodo de doce (12) meses” y, como fue firmado el 2 de julio de 2018, quedaría fuera de vigencia.
Sin embargo, tal como asegura el memorándum, “las partes por mutuo acuerdo podrán ampliar o reducir el plazo referido”.
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