Un nuevo vídeo compromete a Dani Alves en caso de violación: El tocamiento, la herida… las pruebas que hunden al exfutbolista

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El exjugador brasileño del FC Barcelona Dani Alves sigue en prisión desde el pasado 20 de enero, acusado de violar a una chica en un baño de la discoteca Sutton de Barcelona. La magistrada que lleva el caso decidió el pasado 9 de mayo mantenerlo encarcelado, al no creer el relato del brasileño. «No tiene nada que ver lo que pasó dentro del lavabo, donde no hay ninguna grabación y la víctima dice que fue violada y forzada a tener sexo con el Sr. Alves (…) Es extraño que si todo fue tan bien como dice el Sr. Alves, después de salir del baño no se vuelvan a hablar ni a mirar», señala la jueza.

Sin embargo, su defensa insistía en que no se iban a rendir y usaban una supuesta actitud «sexualizada» de la víctima para demostrar el claro consentimiento de la chica. «Se ve en ella una conducta claramente sexualizada, típica de un flirteo sexual en fase de cortejo. Ciertos movimientos corporales de la denunciante son concluyentes» afirman en un recurso en el que además desprecian el llanto de la chica tras lo ocurrido en el baño. «Un llanto que no tiene por qué derivar de un acto sexual no consentido. Se nos ocurren 1.000 motivos distintos a la agresión para que una mujer joven de 23 años que ha hecho sexo con un hombre de 40 en un lavabo rompa a llorar. La denunciante huye hacia adelante y se ve obligada a guionizar, pues trata de justificar por qué y para qué entra en un lavabo con un hombre», concluye el equipo legal del brasileño.

Sin embargo, un nuevo vídeo de seguridad que muestra los momentos incómodos que sufrió la presunta víctima de abuso sexual pone contra las cuerdas al futbolista y desmonta su estrategia de defensa.

El periódico catalán Ara ha accedido a las cámaras de seguridad del lugar y detalla cómo fue la secuencia de aquella noche del 30 de diciembre. Según las informaciones que se conocieron hasta ahora, Dani Alves entró a Sutton durante la madrugada y fue directo al sector VIP, más precisamente a la mesa número 6 que estaba en ese piso. Desde allí el futbolista le pidió al camarero que llamara a la mujer, que estaba con su grupo en el mismo sitio pero más alejadas, según un reporte de La Razón.

Ellas aceptaron. Empezaron a hablar y a tomar botellas de champagne, hasta que el ambiente se volvió más distendido y empezaron a bailar. A partir de ahí, el diario Ara relató lo que sucedió tras ver la grabación de las cámaras: “En un momento, la víctima estaba de espaldas al futbolista, pero él le cogió la mano y la llevó a la zona de sus genitales. La chica la quitó enseguida y, disimuladamente, alargó su mano hacia su prima para seguir bailando con ella y alejarse de Alves”.

El medio en cuestión destacó otro momento que ocurrió mientras seguían bailando: “Alves le tocó el trasero a la chica con la mano. Ella se la quitó de nuevo”.

Pero eso no fue lo peor que le pasó a la mujer, según el periódico. Después, “Alves se fue de ahí (…) Una cámara que registró todo el lugar muestra claramente cómo el futbolista se paró frente a una puerta, la abrió y esperó a que entrara la víctima. Luego le bloqueó el paso y cerró la puerta cuando la chica estaba dentro”.

También contaron, basándose en las cámaras, que la joven “no sabía a dónde iba”, porque no había luz y no se veía nada.

“La chica caminó de tal forma que sólo veía a Alves delante de la puerta y no podía ver qué había adentro. Además, la puerta no tenía ningún cartel. Ella, según dijo, pensaba que era una zona para fumadores. Su idea era despedirse del futbolista después de hablar con su prima porque no se sentían cómodas”.

Las cámaras no pudieron captar lo que pasó una vez que se cerró esa puerta. Pero sí grabaron sus reacciones al salir de allí. “Dani Alves salió primero del baño. Caminó unos metros y cogió una copa de la mesa, le dio un sorbo y se fue hacia un rincón del sector VIP, evitando hablar con los que estaban con él. Habló con los del reservado de al lado y se hizo una foto con ellos”.

La chica, por su parte, “salió y fue directo a buscar a la otra joven (su prima) para decirle que se fueran. La primera le dio un beso al amigo de Alves para despedirse; la víctima de la supuesta agresión, fría, solo le dio la mano. Las dos salieron rápido de la discoteca”.

Ya en el pasillo que estaba cerca de la calle, la víctima se echó a llorar. “Estaba con su prima y se puso a llorar. Uno de sus primeros gestos fue señalarse rápido la rodilla, donde tenía una herida que el informe médico recogió”, narró Ara. Una clase de herida que suele ser frecuente en las agresiones sexuales según los expertos.

“La chica estiró la pierna y se tocó la rodilla con el dedo mientras miraba a su prima. Luego, se abrazaron. Durante todo ese rato no dejó de llorar. Ante esta situación, un vigilante de la discoteca se acercó. La chica, otra vez, se señaló la herida”, siguió el relato.

Después, vendría una de las escenas más criticadas durante estos últimos meses: la salida de Dani Alves de la discoteca. “El futbolista, con un jersey encima de la camiseta blanca y una gorra puesta, pasó al lado del grupo sin pararse e incluso se le ve dar un pequeño paso para evitar a las chicas y al vigilante. La conversación se paró y lo miraron sin decir nada”.

Esa fue la última escena antes de que se activara el protocolo y llevaran a la denunciante al hospital, donde finalmente se confirmó que hubo penetración.

Una de las claves que muestra el vídeo y que ya fue cuestionada por la jueza que investiga el caso es el notable cambio de actitud del futbolista en lo que respecta a cómo estaba antes de entrar al baño y después de salir: “Antes estaba relajado, sociable y conversador. Después no volvió a hablar más ni con la víctima ni con su prima”.

La consistencia de la declaración de la víctima, sin dudas o cambio de versiones como sí hizo Alves ha frenado cualquier posible opción de libertad provisional. Ahora estas imágenes complican aún más la situación del futbolista.




Semanario El Venezolano. Madrid, del 03 al 16 de agosto de 2022

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