La compañía española Naturgy, presidida por Francisco Reynés, ha realizado recortes hasta en un tercio de su plantilla laboral en poco más de dos años. Los ajustes vía salidas incentivadas y prejubilaciones, sumados a la reducción de plantilla correspondiente a las desinversiones, han provocado que la plantilla pase de más de 14.700 trabajadores en la primera mitad de 2018, cuando concluyó la etapa de Rafael Villaseca en la hasta 2018 denominada “Gas Natural Fenosa”, a unos 9.900 trabajadores con los que cuenta ahora la energética.

Según El Confidencial, el último movimiento en este sentido ha sido una recién anunciada venta de las redes de electricidad en Chile. En consecuencia, ahora trabajan en la firma alrededor de 4.800 empleados menos, un tercio de los que lo hacían antes de la salida de Repsol del accionariado y la llegada del fondo de capital riesgo CVC y la familia March.
El nuevo equipo directivo de la energética elaboró un plan estratégico a cinco años —hasta 2022— en el que se estableció como regla de oro que primara la rentabilidad para los accionistas por encima del tamaño. En ese sentido, se propuso hacer la compañía más eficiente a través de reestructuración de personal y concentrar la actividad en los países que considera estratégicos y las actividades más importantes. Esto ha hecho que miles de trabajadores hayan decidido de forma voluntaria y pactada su salida de la empresa.
En los últimos años Naturgy ha salido de Sudáfrica, Kenia, Moldavia y ha vendido una parte importante de su negocio en Chile. La firma ha explorado también en 2020 la desinversión en Costa Rica, República Dominicana y Puerto Rico, aunque los responsables de Naturgy aseguran que solo venderán si las condiciones de rentabilidad cumplen con las exigencias del plan estratégico. Además, a lo anterior hay que sumar la reducción de puestos de trabajo que genera el cierre de todas sus centrales de carbón. El objetivo marcado era que las eficiencias, tanto los menores costes de personal como otros gastos (inmobiliarios, consultoría y asesoría, etc.) supusieran una mejora operativa de 500 millones de euros en 2022.
Pero ahora Naturgy se dispone a actualizar su plan estratégico, aunque la fuerte desinversión de Chile le ha llevado a posponer el ‘Capital markets day’ a principios de 2021, coincidiendo con la presentación de resultados de 2020. Los resultados de este año estarán fuertemente castigados por la crisis del coronavirus.
Por el momento, la venta de las redes eléctricas de su filial en Chile le ha valido una revalorización en bolsa de más del 7%. Ahora la compañía se dispone a realizar nuevas inversiones en línea con los planes de transición energética, lo que le lleva a focalizarse en activos de bajas emisiones de dióxido de carbono y en países con marcos regulatorios y divisas estables. Esto abre la puerta a que determinadas geografías y algunos negocios específicos —los más contaminantes— podrían venderse.
Además de las nuevas inversiones, que permitan posicionar la acción de la compañía en el largo plazo, la entrada de caja vía ventas también hace pensar que podría haber una actualización del dividendo para los grandes accionistas (Criteria Caixa, CVC, GIP o Corporación Financiera Alba) pese a la debilidad operativa de este ejercicio.
Multada en Panamá
La empresa Naturgy fue multada en septiembre pasado con US$1.2 millones por la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) de Panamá, por incumplimiento de servicio. El monto de la multa se ordenó fuera destinado a los clientes afectados.
De acuerdo con la legislación actual de Panamá, el dinero de las multas aplicadas a las empresas de distribución eléctrica es destinado a resarcir a todo cliente que es afectado por falta de calidad en el servicio. En el caso particular, fueron 123 mil 687 clientes de las provincias de Veraguas, Herrera y Los Santos que fueron beneficiados mediante las acciones de la autoridad reguladora y su proceso de fiscalización.
La multa se ratificó luego que la Sala Tercera de lo Contencioso administrativo y Laboral de Panamá, mediante oficio No. 1764 del 14 de septiembre de 2020, declarara no ilegal la Resolución AN No. 10980-CS que sancionó a la empresa Naturgy, tras afectar a más de 123 mil 687 clientes de las provincias de Veraguas, Herrera y Los Santos.
La Corte Suprema de Justicia indicó que la entidad cumplió a cabalidad con el procedimiento sancionador establecido en la Ley No. 6 Ley No. 6 del 23 de febrero de 1997, aplicable a las empresas prestadoras de distribución eléctrica.
La Dirección Nacional de Electricidad, Agua Potable y Alcantarillado Sanitario realizó trabajos de inspección en las redes de distribución de las provincias de Veraguas, Herrera y Los Santos, encontrándose anomalías como falta de poda, ausencia de pararrayos y protección de fusibles en una gran cantidad de derivaciones de los circuitos troncales, entre otras.
En este sentido, previamente, la Comisión Sustanciadora de ASEP formuló cargos contra la empresa por violar el numeral 3 del artículo 79 del Texto Único de la Ley No. 6 del 23 de febrero de 1997, que establece la obligación a las empresas de distribución eléctrica de prestar un servicio de manera regular y continua.
Este mismo numeral 3, indica que las empresas deben mantener las redes de distribución desde las subestaciones, baterías, transformadores, protecciones, aisladores, pararrayos y otros elementos instalados en condiciones adecuadas de conservación e idoneidad técnica, lo cual no cumplieron.
La Corte Suprema de Justicia, mediante este fallo, ratificó que es la ASEP quien tiene la facultad de determinar si la empresa en mención cumple o no la norma establecida en la regulación vigente en la República de Panamá.
Rotaciones de activos
La energética madrileña Naturgy ha realizado una profunda revisión de cartera en la que ha contemplado rotaciones de activos, según su director de mercados financieros, Steven Fernández.
Fernández indicó que, más que la venta de activos, lo que realizará el proveedor de gas natural y electricidad son rotaciones de activos como parte de un enfoque más amplio y general de reducir el riesgo desde una perspectiva comercial y geográfica.
Según Bnamericas, en su informe de resultados para enero-septiembre de 2020, Naturgy señala que “desde la aparición del COVID-19, las monedas latinoamericanas se han depreciado significativamente frente al euro y su evolución a partir de aquí sigue siendo incierta”.
Esto se tradujo en un impacto negativo de 151 millones de euros (US$177mn) en el Ebitda y 38mn de euros en la utilidad neta del grupo consolidado.
En 2020, Naturgy anunció la decisión de poner término a su concesión de distribución de gas natural en Perú por incumplimientos contractuales que el grupo reclama al Estado.
En 2017, el regulador de servicios públicos de Colombia, Superservicios, asumió las operaciones de la filial Electricaribe en remplazo de Naturgy después de ordenar la liquidación de la distribuidora en medio del colapso del servicio eléctrico en el área de servicio de la empresa.
Venta de participación en Chile
Naturgy ha alcanzado un acuerdo con la compañía estatal china State Grid, el operador más importante de redes de ese país, para la venta de su participación (96,04%) en la Compañía General de Electricidad (CGE) de Chile por un importe total de 2.570 millones de euros, fijado en euros y pagadero en efectivo una vez finalice la transacción. La operación implica otorgar un valor total para la empresa de 4.312 millones de euros, ya que el comprador asume la deuda del negocio en su totalidad.
Según un reporte de Sara Ledo para elperiodico.com, la transacción permitirá a la empresa que preside Francisco Reynés reducir su deuda neta en, aproximadamente, 4.000 millones de euros hasta los 10.800 millones, e impulsar nuevas operaciones para crecer en el mercado de renovables. Una vez finalizada, Naturgy prevé que genere unas plusvalías de aproximadamente 400 millones de euros, antes de impuestos.
El cierre está sujeto a las aprobaciones regulatorias pertinentes y a autorizaciones por parte de los órganos de competencia de Chile, pero Naturgy espera que la transacción se complete antes de finales del mes de febrero de 2021, cuando prevé celebrar un nuevo Capital Markets Day.
Naturgy adquirió CGE en 2014 por 2.549 millones de euros. Ahora, al deshacerse de ella, monetiza el valor de esa inversión y cristaliza un importante valor que, desde la entrada, habrá supuesto una rentabilidad superior al 13% neto anual (en euros).
Esta operación se enmarca dentro del plan estratégico 2018-2022 de la compañía dirigido a crear una empresa más “eficiente, financieramente disciplinada y con un portafolio menos volátil y predecible”. Tras dos primeros años focalizados en los dos primeros objetivos, Naturgy comienza con la venta de la compañía chilena el periodo de desinversiones (rotación de portafolio, según la denominación de la empresa)” para tener una compañía “más estable ante la incertidumbre macroeconómica y política”, según ha explicado su presidente en un encuentro con medios de comunicación. Esta es la primera venta de activos “relevante” de Naturgy, que desde 2018 se deshizo de otros activos “no fundamentales” como Sudáfrica, Kenia o Moldavia.
La energética prevé destinar los fondos de sus desinversiones (incluida esta transacción) a invertir en otros activos aunque sin prisa –“tenemos que encontrar buenas oportunidades”, ha precisado Reynés– pero con un objetivo claro que pasa por dirigirse a “países con monedas fuertes –“dólar, euro y libra esterlina”–, negocios más regulados y que sean compatibles con la transición energética, no solo renovables, pero incluyendo renovables”, ha especificado Reynés.
“El peso de nuestros negocios en monedas fuertes mejorará el perfil de riesgo de la compañía, reducirá la presión de volatilidad y dotará a la empresa de mayor predictibilidad”. Latinoamérica seguirá siendo importante para Naturgy, pero menos (su peso en el resultado bruto de explotación se situará entre el 33% y el 34%). Además de en Chile, donde se desprende del negocio de redes eléctricas pero mantiene el de redes de distribución de gas y generación de electricidad, Naturgy tiene presencia en México, Panamá, Argentina, Puerto Rico, Costa Rica y la República Dominicana.
Reynés ha reiterado que la compañía seguirá “cumpliendo” con su compromiso de dividendo hasta 2022 y en el nuevo plan que presente en febrero dará “mayor visibilidad post-2022” sobre la retribución al accionista.
La realidad es que en cuanto los gobiernos no les dejan mantener sus negocios tan chapuceramente los venden y se van corriendo, no les importa contaminar solo que el gobierno de turno no les ponga multas.