Las autoridades de Panamá informaron de la aprehensión de un individuo por su presunta vinculación con la muerte violenta de 7 jóvenes, 4 mujeres y 3 hombres, cuyos cadáveres fueron hallados el sábado 18 de julio pasado en una zona boscosa y apartada en las orillas del Lago Gatún, en las afueras de la ciudad de Colón.
El Ministerio Público de Panamá (MP) señaló en sus redes sociales que el sujeto, a quien no identificaron, fue aprehendido por la sección de Homicidio y Femicidio de la Fiscalía Regional de Colón.
La persona detenida por su presunta vinculación con este múltiple hecho de sangre sería llevado a una audiencia de control ante un Juez de Garantías, para que se legalice su aprehensión, se le imputen cargos y se determine alguna otra medida cautelar mientras se dé la investigación.
Inicialmente se había informado por el Ministerio Público que las personas asesinadas eran 5 hombres y dos mujeres, pero el fiscal de Homicidio de Colón, Adolfo Pineda, aclaró posteriormente que se trató de 4 féminas y 3 varones de entre 17 y 22 años de edad.
Chivo expiatorio
Testigos y familiares se dirigieron a los medios de comunicación de Panamá para denunciar la detención irregular del sospechoso, quien aseguraron se trata de un joven a quien identificaron como Miguel Almarza y quien aseguraron no tendría ninguna vinculación con las muertes, al que arrestaron sin cumplir con los extremos legales. En las redes sea conocido una grabación de voz de la entrevista realizada a testigos y familiares.
Para algunos defensores del joven, la justicia en Panamá esta fabricando a un culpable y su arresto no se trata de una equivocación, sino simplemente de una salida fácil para construir la culpabilidad de un inocente “chivo expiatorio”, a quien le han violado todos sus derechos para encubrir a los reales culpables del crimen, quienes continúan en libertad.
Más detalles
El Ministerio Público también destacó que se les está dando asistencia psicológica a los familiares y sobrevivientes de estos cuatro feminicidios y tres homicidios.
Medios locales y redes sociales publicaron que los cuerpos de las víctimas tenían señales de violencia y algunos heridas de armas de fuego.
Cinco de los cadáveres fueron hallados dentro de un búnker o refugio situado en las orillas del Lago Gatún, que sirve al tránsito de barcos por el Canal de Panamá, y otros dos afuera del lugar.
Las víctimas eran parte de un grupo de 14 personas que habían partido en un paseo hacia el mencionado lago.
Siete de los que escaparon con vida, que igual que los asesinados no tienen antecedentes penales, según las autoridades, relataron que fueron atacados con armas de fuego por dos sujetos desconocidos que los sometieron, uno de los cuales estaba encapuchado.
El ministro panameño de Seguridad Pública, Juan Pino, dijo a los periodistas que se adelantan las investigaciones sobre el móvil de este hecho criminal, y afirmó que “al final vamos a rendir un parte de lo que pasó y si hay alguna conexión con droga, pero de momento no hay ningún indicio”.
Los familiares habían comunicado el viernes a las autoridades estar preocupados porque los jóvenes no habían regresado a sus hogares tras haber salido hacia el Lago Gatún.
La violencia en Panamá, al igual que la pandemia de la covid-19, no parecen bajar su intensidad con más de 250 asesinatos en lo que va del año. Las provincias de Panamá, donde está la capital, la aledaña de Panamá Oeste y la caribeña de Colón, en su orden, son las de más alta incidencia en cuanto a muertes violentas, según las estadísticas.
Las dos primeras también son las más golpeadas por la covid-19.
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