11 de julio de 2018, en el mar del sur de China. El barco Panoria, un granelero capaz de transportar 30,000 toneladas de mercancías, está a la deriva. Su motor ha estado mostrando signos de debilidad durante un buen mes, cuando el capitán decidió usar combustible puesto en uno de sus tanques en el puerto de Panamá en mayo. Pero allí, el barco debe ser remolcado al puerto de Singapur, un enganche particularmente costoso.
Al día siguiente, en el mar de Japón. SFL Yukon, una embarcación de tamaño similar, también debe detener su curso. El daño le impidió llegar al puerto de Ningbo, al sur de Shanghai. Se sumergirá unos días más tarde hacia Busan, en Corea del Sur, para ser reparado. 13 de julio, en el puerto de Nueva Orleans. El combustible que se entregará al Meteora, otro peso pesado de los mares, no pasa las pruebas de Maritec. La compañía de inspección revela que contiene aceite lubricante de desecho. No cumple con la norma ISO 8217: 2010, una norma de la Organización Internacional de Normalización, establecida en Ginebra, que define las normas en esta área.
Se trata de una ola de combustible de baja calidad que ha afectado a barcos en Suiza y en otros lugares del mundo, por la que muchos han puesto la vista hacia las multinacionales de la energía Vitol, Trafigura, Glencore y Fribourgeoise Kamca Trading. “SGS, que domina el mercado en Ginebra, que en varios de los casos han sido las proveedoras del suministro de combustibles a los barcos.
+ There are no comments
Add yours