“Cuando tomé el cargo para Procuradora General de la Nación me puse en manos del Espíritu Santo”. Esas fueron las palabras de la procuradora general de Panamá Kenia Porcell durante un homenaje a las madres del Ministerio Público panameño celebrado en 2016.
Hoy algunos ciudadanos recuerdan la expresión de Porcell y piensan que sólo la intervención divina podrá permitir que la procuradora salga indemne del escándalo de los Varelaleaks, una filtración que revela comprometedoras conversaciones del ex-presidente panameño Juan Carlos Varela con distintas figuras políticas y de gobierno, entre los que se halla Porcell, quien según una de las conversaciones filtradas, solicitó a Varela favores para familiares.
Algunos han dicho que la filtración evidenciaría cómo funcionarios panameños incurrieron en sobornos, intentaron cercenar la libertad de expresión y planificaron venganzas.
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