Según sus más críticos dentro de la propia oposición venezolana, si algo ha aprendido el líder opositor Juan Gerardo Guaidó con miembros del partido Acción Democrática y con otros integrantes de la Internacional Socialista es a “pasar factura”. Así lo piensan, pues creen que literalmente les ha clavado una puñalada por la espalda a los tenedores de bonos de Petróleos de Venezuela (PDVSA) con vencimiento en 2020, entre los que mencionan a Moris Beracha, DDG, DO, Luis Oberto Anselmi, varios otros “enchufados” (figuras con conexiones políticas y relacionados en negocios con el gobierno chavista) y vinculados a Derwick, una firma qué gano cientos de millones vendiendo equipos eléctricos inservibles y con exagerados sobreprecios al Estado venezolano.
Se asegura que varios de estos “enchufados” pusieron sus finanzas a disposición de Guaidó poco luego que se autoproclamase presidente pero dejaron de hacerlo cuando vieron lejano su ascenso al poder, aunque aseguran que algunos de ellos, como el grupo liderado por DDG desde República Dominicana, continuarían poniendo su capital a las órdenes de Julio Borges y Leopoldo López, otros dos líderes de la oposición venezolana.
Es así que se cree que con no convalidar el pago de los intereses del bono PDVSA 2020, al declarar el bono inconstitucional, el llamado gobierno interino de Guaidó le pasaría factura a quienes le cerraron el chorro financiero, mientras hace mella en el respaldo que estos brindarían al líder opositor Leopoldo López y al chavista Diosdado Cabello.
Personas con conocimiento de la situación señalan que no estaría lejano un pacto entre el interinato de Guaidó y el gobierno chavista para salvar a CITGO y llegar a un acuerdo con la minera canadiense CRYSTALLEX, que reclama los activos de la petrolera del Estado venezolano en los Estados Unidos, en compensación a las expropiaciones que años atrás CRYSTALLEX sufrió en Venezuela.
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