Orlando Avendaño
PanAm Post
Tamara Sujú es incansable. No hay quien la conozca que no destaque su valentía, honestidad y compromiso con sus principios. Abogada y especialista de derechos humanos con una trayectoria intachable, se ha dedicado desde el día uno a defender a las víctimas del chavismo. Su cruzada personal le provocó el exilio; pero al mismo tiempo la convirtió en una enemiga más inclemente del régimen.
Ahora el mundo es su tribuna y desde ahí se ha convertido en la gran vocera de las víctimas de violaciones de crímenes de lesa humanidad en Venezuela. La Haya, la Organización de Estados Americanos y otros espacios han sido caja de resonancia de sus denuncias. Recientemente designada por el Gobierno interino de Juan Guaidó como embajadora en República Checa, terminó renunciando el primero de agosto luego de argüir «conflicto de intereses». Es su postura inflexible, de hecho, la que hace que no trance con quienes fueron responsables de la gran tragedia que hoy padece Venezuela. Y eso la impulsó a apartarse del proyecto que en un principio acompañó.
Tamara Sujú es una de las voces más respetadas de la disidencia venezolana y hoy se sienta con el PanAm Post para conversar sobre los otrora chavistas que ahora se perfilan como aliados, el rumbo que asumió el Gobierno interino de Juan Guaidó, sus vicios, y un eventual proceso de transición.
«No necesitamos al chavismo que tiene manchada las manos de sangre, que ha sido corrupto y que además está metido en el narcotráfico y el lavado de dinero. Ellos no nos van a ayudar a salir del sistema», dijo al PanAm Post la reconocida activista de
derechos humanos y ex embajadora Sujú.
¿Cómo va la denuncia contra el régimen de Nicolás Maduro en la Corte Penal Internacional?
El examen preliminar va viento en popa. Los venezolanos deben tener la seguridad de que pronto tendremos noticias. Quienes hemos denunciado casos contundentes y llevamos nuestros expedientes al día, sabemos cómo se avanza en esta fase
Ni visitas externas de personas que no tienen ninguna denuncia, ni presiones por redes, malponiendo a la Corte Penal Internacional y la Fiscalía, influyen. Solo hechos. Solo casos donde se demuestren los crímenes cometidos por la tiranía.
¿Ve posible una transición sin impunidad?
Yo creo que lo ideal sería que hubiera una transición sin impunidad, ¿no? Pero una transición con un Gobierno electo en las mejores circunstancias. Con todas las de la ley. En unas elecciones limpias, transparentes, con un nuevo Consejo Nacional Electoral, etcétera. Eso es lo que todos los venezolanos deseamos.
En ese entonces es cuando tú puedes reformar todo lo que es el aparato judicial. Porque así como necesitas limpiar el Consejo Electoral, necesitas limpiar el sistema judicial. Son muchos años de jueces, defensores y fiscales que han protegido a la tiranía. Son muchos jueces provisorios, tribunales cuyos jueces se han sometido y han terminado siendo herramientas de represión del régimen. Y para eso necesitas tiempo.
Yo no veo en estos momentos una transición si realmente no nos enfocamos en que haya un nuevo sistema judicial. Para eso, además de todo lo que te dije, necesitas reforzar las instituciones. Y necesitas gente proba, honesta y buena. Gente que no haya estado, de alguna manera, siendo cómplice u omitiendo acciones que favorezcan a la tiranía.
Quienes en su momento fueron cómplices, o no solo cómplices sino responsables de diseñar el proyecto totalitario del chavismo, hoy, cuando disienten, se perfilan como aliados. Se han apartado y han demostrado una supuesta voluntad de colaborar —porque además tienen las municiones para aparentemente colaborar—. Entonces se perfilan como aliados. Usted ha sido tajante frente a ellos y frente a la posibilidad de que nos acompañen en este proceso. ¿Son o no son aliados en este momento?
Yo siempre he clasificado a esta clase que tiene hoy secuestrado el poder en Venezuela —y lo ha tenido secuestrado durante 20 años; porque, Orlando, no te olvides; esto no es de ahora. Es una historia. Y para hacerle poder entender a la gente el porqué de mi posición, hay que contar la historia. ¡Y yo la tengo muy fresca! Y la tengo muy fresca porque tengo veinte años recogiendo testimonios de torturas y represión. Y a mí no se me olvida.
Yo, al contrario, como los documento, he documentado a sus víctimas y sigo documentando, sé quien es cada uno de esos que hoy creen o dicen ser aliados de esta oposición.
La destrucción de las instituciones en Venezuela ha sido un proceso. Y un proceso largo justamente para llegar a lo que estamos viviendo el día de hoy. Porque si tú no hubieras permitido que un Ministerio Público, que una Defensoría, una Contraloría, fueran totalmente sometidos al control del poder, no estuviera pasando lo que hoy ocurre.
Si tú hubieras tenido un Ministerio Público firme y, de alguna manera, hubieras tenido un sistema judicial firme para impedir esto; si lo hubieras denunciado con anterioridad y te hubieras parado firme; no estuviera pasando lo que hoy ocurre.
Por lo tanto, esos aliados, Orlando, aliados que tuvieron tantos años destruyendo al país, tantos años colaborando con la destrucción del país y en el lado de la justicia, utilizando las instituciones como herramientas para la represión (y no te hablo solo de los manifestantes, líderes políticos, alcaldes o gobernadores; te hablo del sistema económico, contra los productores, periodistas, medios, universidades), le han brindado al régimen la mesa para que ellos tengan hoy el control total del país.
Entonces, un Ministerio Público que acusaba, una Contraloría que no hacía su trabajo sino lo contrario, una Defensoría totalmente inservible… Y por ahí nos podemos pasear por el resto de las instituciones. Una Fuerza Armada que permitió que el chavismo y la política entrara a los cuarteles. ¡Que no se nos olvide la historia de cómo entró la política a los cuarteles! Cómo se permitió que los militares fueran unos activistas políticos hoy en día. Y que además fueran corrompidos y localizados en puestos administrativos, Orlando. Es decir: «No me pongan para comandar, a mí que me pongan donde hay».
La maldad del chavismo, y lo creó Chávez, fue un monstruo para apoderarse de Venezuela. Y esa estructura, ese andamiaje, necesitaba una base jurídica. Y esa base jurídica le puso a Venezuela a sus pies.
Entonces, a mí que no me vengan ahora como corderitos a decir que ellos son ahora disidencia y que están en contra de lo que está haciendo Maduro. Porque estuvieron a favor y aplaudieron lo que hizo Chávez. Y Chávez fue el promotor y el precursor y el dueño de lo que hoy vive Venezuela.
Lea la entrevista completa aquí
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