Contrario a una difundida teoría acerca de la nacionalidad de los padres del empresario colombiano Alex Saab, que los ubica como originarios de Líbano, estos son, según otras referencias, naturales de Palestina.
La confusión pudiera deberse al ingreso en el pasado a Colombia con un pasaporte libanés.
Ahora, el empresario, sancionado por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros y acusado de lavado de dinero en los Estados Unidos, por participar en esquemas corruptos en Venezuela, honraría a sus ancestros, convirtiéndose en donante a la causa palestina y de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), movimiento antisemita y que lucha contra el Estado de Israel.
Con su común punto de vista hacia el tema palestino, Saab ha estrechado lazos con el ministro chavista Tareck El Aissami y con personas vinculadas al movimiento islámico Hezbolá.
Pero la situación pudiera enrarecerse todavía más, si el gobierno estadounidense logra comprobar los atribuidos vínculos del empresario barranquillero tanto con grupos extremistas e insurgentes como con altos cargos y ex-altos cargos colombianos y venezolanos, entre los que estarían incluidos ex-presidentes y reconocidos abogados.
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