Bernardo Pérez Beicos y la «actividad vacunadora» en el Ministerio Público de Venezuela
En la persecución, cual cacería; montada a la ex-Fiscal General de Venezuela Luisa Ortega Díaz y a su esposo el diputado Germán Ferrer, de la misma categoría de las que ella alguna vez ordenara, los pesquisas no cesan de buscar y escudriñar sus posesiones, como buscando un botín, ávidos ante la posible existencia de otras de igual o mayor suntuosidad, de las cuales, se mencionarán dos, “por ahora”, un apartamento y una mansión, esta última a nombre de la ex fiscal María Alejandra Pérez.
Un allanamiento a su residencia ubicada en la Alta Florida, Caracas, luego de huir a Colombia en agosto de 2017; develó riquezas inauditas. Posteriormente, allanaron otra de sus lujosas propiedades en La Boyera-Caracas, a la par de la confiscación en Guárico de una finca y una emisora de radio a nombre de Rubén Darío Ortega Suárez, proveedor estrella del Ministerio Público durante toda la gestión de su tía, a quien le resguardaría una inconmensurable fortuna junto a su esposa, María Alejandra Pérez, dedicada en tiempos de Ortega Díaz a la “vacuna” de personas culpables o inocentes inmersos en casos de muy diversas índoles.
Este trago de su propia medicina, tiene a la justiciera y su consorte en ascuas; ante el inminente riesgo de perder otras propiedades, entre las que se cuenta un apartamento, que, a decir de sus vecinos, almacenaría tesoros, pues de ahí, sus sobrinos Rubén Darío y Ruger Jesús Ortega Ávila, ex alto funcionario del Ministerio Público, han sacado al parecer objetos a hurtadillas, algo que es del dominio público.
El inmueble se encuentra en la Parroquia El Recreo, Alta Florida, Caracas.
En el mismo edificio, donde actuó el Sebin en agosto de 2017; está ese apartamento, es el único con piscina, la cual se contaminó, causándole serias molestias al resto de los propietarios; la señora Esperanza, presidenta del Condominio, estuvo a punto de hacer pública esa situación; aunque Luisa y Germán calmaron los ánimos; la dama fue clara, echará el cuento en caso de ser llamada por algún organismo.
La remodelación del apartamento, a cargo de quien tenía el monopolio de los trabajos de infraestructura en el Ministerio Público, Ruger Jesús; con una inversión estimada en más de dos millones de dólares americanos; fue hecha bajo el monitoreo del arquitecto que realizó el rediseño de apartamentos en París y Roma.
Tiene como dueño un “presta nombre”, el mismo que se lo vendió a Luisa Ortega.
El dinero usado para su adquisición provendría de cuentas bancarias de una empresa registrada en Panamá por otro supuesto sobrino de Luisa Ortega, Bernardo José Pérez Beicos, involucrado en toda la trama de corrupción, tráfico de influencias y bribonería.
En una corporación, como en otra en Panamá, se asoció con Nadji Valentina Millán Longart; con dinero de mala procedencia, producto al parecer de negociaciones con banqueros prófugos; efectuadas en casa de un mayor; con tarifa mínima de USD 4.000.000,00.
Nadji Valentina es hermana de Rodolfo José Millán Longart, director principal del desaparecido Banco Real, entidad que fuese propiedad de Pedro Torres Ciliberto.
Bernardo salió a la luz pública tras la detención de Nervis Villalobos y Javier Alvarado Ochoa. Con anterioridad Alvarado denunció a “Luisa” por aplicar vacuna, mediante transacciones en las que Pérez Beicos era el operador.
Pérez Beicos era según boligarcas, el supuesto sobrino de LOD que recibía y manejaba toda una fortuna producto de la actividad vacunadora en el MP. Fungia como una especie de «administrador», siendo su dirección fiscal: Ponce de León Blvd Miami, FL 33134 y el lugar sede de sus 4 empresas registradas en La Florida, el 330 Nw 29 ST, Miami, Fl 33127. Junto a su esposa, Martha Carolina de Jesús Torres Vallenilla, “La Tita Flores”, fijó su residencia en el 92 Sw 3rd St #3806 Miami, FL 33130-3375, pero por el interés mostrado en él por agencias federales se mudó a una lujosa zona de la capital de México.
Antes de irse definitivamente de Venezuela, Pérez Beicos; entre sus constantes entradas y salidas del país en el 2014; cambió varias veces de residencia, por amenazas de personas a las que menospreció en la actividad «vacunadora». En marzo de 2014 fijó su residencia en la Calle Caicaguana, Residencias Altos de Villa Nueva, Urbanización Lomas de La Lagunita, El Hatillo, Caracas; en junio se mudó a la Quinta El Pinoso de la Urbanización Las Marías, en El Hatillo. De ahí se fue para El Cafetal. No obstante, continuaría siendo dueño de las viviendas mencionadas.
Bernardo José Pérez Beicos hizo efectiva la vinculación con LOD, por pagos efectuados por banqueros prófugos, estafadores inmobiliarios; contratistas y altos funcionarios de PDVSA, a través de empresas constituidas en Venezuela, Inglaterra, Estados Unidos y Panamá, bajo un esquema «vacunador» denunciado públicamente, como lo evidencian personas con quienes se asoció en esas corporaciones. Además de Nadji Valentina Millán Longart, entre sus más conspicuos socios figuran José Rafael Parra Saluzzo, Andrés Delgado, Salomón Dahan y Víctor Nicola Balducci Castello, todos vinculados con empresarios incursos en delitos y que gozan de la buena vida fuera de Venezuela.
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