Por Eva Cordero | Opinión
Interesadamente algunos periodistas de farándula venezolanos voltean la mirada ante la gran mentira con la que ahora se intenta hacer creer a muchos sobre que Venezuela es nuevamente un destino favorito para conciertos internacionales; más allá de las presentaciones de Maelo Ruiz y del Festival Mundial de Salsa que el cantante neoyorquino prepara en Venezuela, con el apoyo de la administración de Nicolás Maduro.
Hay también periodistas de Miami y otras latitudes que no ven que se trata de una gran mentira, que algunos interesadamente quieren de repetir. Personas entendidas en el tema, que conocen del negocio y que ilustran la verdad con argumentaciones sólidas, confirman que es imposible, que con la difícil situación económica que padece la mayoría de los ciudadanos en Venezuela, se puedan organizar ese tipo de espectáculos y se diga que todo está, “sold out”, es decir, vendido y sobrevendido.
Decir que en conciertos como los realizados a comienzos de abril por Servando y Florentino en la Terraza del Centro Ciudad Comercial Tamanaco (CCCT) en Caracas, los organizadores tuvieron que vender tres fechas, debido a la masiva asistencia de fanáticos dispuestos a pagar las entradas para asistir a las presentaciones de los hermanos, es para expertos en el tema, una idea demasiado optimista de la realidad.
En conciertos realizados recientemente en Caracas el número de entradas de cortesía ha sido bastante elevado, muchas de esas en ubicaciones privilegiadas y obsequiadas por influencers a sus seguidores, causando la impresión de que bastante gente está comprando los boletos para asistir a las presentaciones.
Pero muchas señales apuntan a que se trata de una nueva oportunidad que han conseguido lavadores de capitales para blanquear grandes cantidades de dinero de procedencia ilícita, presumiblemente de la corrupción administrativa o el tráfico de droga, en vista que se les han cerrado muchas otras vías.
Ahora algunos blanqueadores se dedican a la presentación de artistas, en eventos dónde hacen ver que la economía de Venezuela está tan bien que muchísimas personas están pagando la taquilla para asistir a conciertos, que se han vuelto un rotundo éxito, en un país donde muchas personas están ávidas de acudir a presentaciones musicales de sus artistas favoritos.
Y aunque en Venezuela el salario mínimo no supera los $30 mensuales, las entradas para los conciertos pueden oscilar entre $60 y $5.000, como sucede con el concierto de las agrupaciones Sin Bandera y Camila pautado para el 15 de junio en el Poliedro de Caracas.
En esa lluvia de eventos que arrecia en Venezuela se cuentan también:
– El concierto de Los Embajadores de la Rumba en el Salón Plaza Real en el Hotel Eurobuilding en Caracas, previsto para el 6 de mayo, con la presencia de los cantantes Argenis Carruyo, Eddy Herrera, Felipe Peláez, Omar Acedo y Omar Enrique.
– El Trapp Fest el 22 de abril en la Terraza del CCCT en Caracas.
– El concierto de Guaco en Maracaibo, el 7 de mayo en El Pozón del Saladillo.
– La presentación de Natti Natasha el 5 de mayo, en la Terraza del CCCT.
– El concierto de Kany Karcía el 26 de mayo en el Teatro Teresa Carreño en Caracas.
– El concierto de Fonseca el 3 de junio en el CCCT.
– O el concierto del dúo SanLuis el 16 de abril en el Club Sirio de Puerto La Cruz
Eso solo por mencionar los conciertos que están próximos a realizarse, sin incluir los ya realizados como el de Alejandro Fernández el 3 de marzo en el CCCT, evento al que estuvo vinculado un clan colombiano y un grupo cercano a la administración madurista.
Leemos en una red social un comentario que ilustra mucho más sobre el particular:
“El 70% de la ciudad sufriendo para comer y no hay agua en media Caracas y solo por falta de bombas y tuberías, muchas veces rotas por ellos mismos porque el gran negocios de todos es las cisternas, que las venden en los cerros en 80 y 90 $ cada despacho y hay lugares populares donde venden en 120 $ cada cisterna y eso es dinero efectivo cada días que se reparten todos y no tiene ningún tipo de contraloría, crees que van a preferir arreglar o suplantar una bomba, donde guisarían solo una vez con el sobreprecio mientras que con las gabarras es platica a diario y sin ningún registro en ningún lado!!! Saben!! Lo mismo pasa con esto de los conciertos!! los llenan con entradas en su mayoría regaladas, pagan los impuestos municipales que en su mayoría también los exoneran con fundaciones que maneja el mismo productor y con las primeras 1.000 o 2.000 persona cubren el evento y el resto, de supuestos asistentes sirven para justificar 1millon y hasta millones limpios, lavados; justificados é incluso bancarizados!!”
Las aseveraciones expuestas en este artículo son solo del autor (a) y no representan de forma alguna afirmaciones u opiniones editoriales de expresa.SE
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